Cuba y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP) avanzaron hacia el fortalecimiento de los nexos en medio de los complejos desafíos que comparten hoy.
Durante la XIX Cumbre del ALBA-TCP, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, ratificó la política de su país para afianzar las relaciones dentro del bloque frente a las medidas coercitivas contra Estados miembros y del enfrentamiento a la covid-19.
El titular rememoró las más de 240 disposiciones aplicadas en los últimos años para entorpecer el desarrollo de la isla por Estados Unidos, 50 en el período más reciente, y condenó la vigencia de estas.
“Si el Gobierno norteamericano tuviera un ápice de interés en los derechos humanos, pondría fin al bloqueo, que busca provocar hambre, miseria y muertes, podría eliminar las agresiones a las naciones y renunciar al paradigma neoliberal que trata de imponer”, enfatizó.
El jefe de la diplomacia cubana reafirmó el respaldo de La Habana a Venezuela y Nicaragua, que defienden la soberanía nacional frente a las amenazas de Washington, dijo.
Asimismo, recordó la fortaleza de la Alianza y sus principios fundacionales, la intención de seguir avanzando, ampliar el intercambio, y de siempre contar con la isla “en la primera fila de esta batalla por la vida, la dignidad, la paz y la justicia”.
Fundada en La Habana el 14 de diciembre de 2004, Alba-TCP se plantea entre sus objetivos promover una plataforma de integración regional concebida para luchar contra la pobreza y la exclusión social, a partir de la solidaridad, la complementariedad y la cooperación.