Hoy es la beatificación del doctor José Gregorio Hernández Cisneros, una celebración religiosa que ha sido esperada por más de 70 años no sólo por los pobladores de Isnotú sino por miles y miles de devotos del “Médico de los Pobres”.
Para Manuel Octavio Sánchez López, nativo del estado Lara pero hijo adoptado de Isnotú desde hace cinco años, José Gregorio es un modelo a seguir para la humanidad, fue un hombre de fe, caridad, servicio, “un hombre que tenía su parte humana y su parte espiritual”.
El señor Manuel atiende junto a su esposa una bodega frente al Santuario Niño Jesús y diariamente observa cómo ha crecido la fe del pueblo hacia el Venerable, “especialmente en estos tiempos de pandemia, a donde la gente ha venido a orar y pedir a José Gregorio Hernández que se acabe la covid-19”.
Al consultarle sobre su creencia en el próximo beato, Sánchez aseguró que fue sembrada por su mamá, sobre todo cuando hace 40 años su papá fue sometido a una operación de las amígdalas y al parecer el anestesiólogo le perforó la garganta, con lo cual pasó un tiempo sufriendo hasta que los médicos decidieron someterlo nuevamente a una intervención quirúrgica.
“Mi papá hacía tratamientos caseros, pero en las noches sufría mucho porque no podía dormir. Los médicos lo revisaron y vieron un bulto, nosotros pensábamos que era un cáncer. Los médicos decidieron que era de operación, prepararon a mi papá, mi mamá rezándole a José Gregorio y cuando pasaron cinco minutos de haber ingresado a mi papá al quirófano lo devolvieron al cuarto y el médico le preguntó “¿A quién se encomendó usted, amigo?” Y mi papá sacó debajo de la almohada una estampita de José Gregorio Hernández “a este señor que está aquí me encomendé” y el doctor le dijo “pues te ha curado porque ya no tienes nada en la garganta”, recordó con emoción.
Ante esto, manifestó que para él y su familia la beatificación de José Gregorio es un triunfo a la confianza de la feligresía y a la fe de una iglesia.
Uno de tantos milagros
En el municipio Pampanito, específicamente en el sector La Concepción, reside Pedro Luis Peña Briceño, quien a través de ÚN quiso compartir su testimonio de vida, porque hace 28 años sufrió un Accidente Cerebro Vascular (ACV), el cual, según los médicos, no le daban esperanzas de vida.
“A la edad de 26 años sufrí un ACV. Fui hospitalizado en la Clínica María Edelmira Araujo en la ciudad de Valera y fui atendido por el médico neurólogo Germán Colls quien manifestó a mis familiares que era un caso grave de pocas esperanzas de vida, ya que en las tomografías se visualizaron varios coágulos de sangre en el cerebro. Mi madre nunca se cansó de orar y de pedir al doctor José Gregorio Hernández que intercediera con sus manos benditas por mi salud”, comentó.
Más adelante, Peña recordó que fue trasladado al Hospital Militar de Caracas en compañía de su hermana mayor Livia Peña, quien no lo dejó solo ni un instante, y donde sintió la presencia del Siervo de Dios.
“Aunque estaba poco consciente de las cosas porque perdí la memoria, recuerdo que un caballero vestido de médico salía de la habitación y le pregunté ¿Doctor, por qué se retira? Y él me respondió ´porque lo que vine a hacer aquí ya está hecho´. Al día siguiente me realizaron la resonancia y los médicos quedaron sorprendidos porque no visualizaron los coágulos de sangre que aparecían en la tomografía”, reseñó.
El señor Pedro Luis tiene 54 años de edad, logró graduarse de dos profesiones, trabaja en el sector salud, tiene una hermosa familia compuesta por su esposa y tres hijos y se muestra agradecido infinitamente al doctor José Gregorio Hernández por “gozar de buena salud”.
Pueblo de júbilo
Desde que se anunció la aprobación de la beatificación del Venerable, el pasado 19 de junio de 2020, por parte del Vaticano y en la voz del cardenal Baltazar Porras, el pueblo de Isnotú se ha mantenido a la expectativa y a su vez agradecido con Dios por concederle un nuevo escalón hacia la santidad a José Gregorio Hernández.
María Alejandra Rondón vive en la calle San José de Isnotú, tiene 69 años de edad y desde niña ha crecido con la fe puesta en José Gregorio.
“Para nosotros José Gregorio es un Santo y estamos muy alegres (…) mis padres siempre le pedían a José Gregorio por nuestra salud (…) siento una emoción muy grande por lo que está por suceder el 30 de abril. Y le pido a mi gente de Isnotú que nos aboquemos a la celebración de la beatificación, con las medidas de bioseguridad por el covid-19 y pidiéndole a él que acabe con esta pandemia”, expresó.
Por su parte, Osmary González recordó entre lágrimas que gracias al Médico de los Pobres hoy tiene con vida a sus cuatro hijos, “los tengo sanos, fuertes y a él le pido como doctor y como beato que nos siga alumbrando, que proteja al mundo entero de esta pandemia y que nos dé fuerza de voluntad para seguir adelante ante las situaciones difíciles que estamos viviendo”.
Así como ellos, muchos trujillanos han sentido la curación de enfermedades a través de su fe a José Gregorio Hernández y se preparan con alegría y devoción para celebrar junto al país la beatificación del “Médico de los Pobres” en la ciudad de Caracas y el acto central en Isnotú el venidero ocho de mayo.