Trujillanos alzados

 

Ubaldo Garcia
Gráfica: Cortesía

El diario de operaciones del General Piar del día 26 de enero de 1817 en Guayana, Hato San Felipe dice: “Se dio parte de la deserción del escuadrón dragones de Caracas bajo la comandancia del Teniente Coronel Ramón Segura y un grupo numeroso de oficiales entre los que se encuentran los trujillanos Capitán Vicente Cegarra y el Presbítero Joaquín Durán, capellán del ejército y guía espiritual de los republicanos”.

Estos hombres se fugaron del campamento del General Manuel Piar porque no estaban contentos con el trato fuerte y sin razón a los que eran sometidos, pasaron el Orinoco y caminaron buscando el cuartel General del Libertador. Sobre este aspecto dice O’leary en sus memorias: “grande fue la deserción en la tropa durante la marcha, ocasionada por el carácter intolerante de Piar”.

Existe una carta del 31 de enero de 1817, cinco días después del incidente, donde el General Piar acusa a los hombres con palabras de escándalo: “tales seres están fuera del alcance de la clemencia, su crimen es de tal naturaleza que su impunidad seguiría a la ruina de la república”.

Sus apreciaciones son de extrema gravedad para con unos soldados que se habían rebelado como verdaderos ciudadanos ante la injusticia y la arrogancia en los altos mandos del ejército de Guayana; el acto de deserción era penado con la muerte, sin embargo Bolívar perdonó al grupo y en especial al trujillano Cegarra, hombre probado y con charreteras ganadas desde 1813 en todo los combates, patriota en las buenas y en malas, actor principal de la expedición de Haití que había concluido hacía pocos meses, guerrero a tiempo completo.

El Coronel Vicente Cegarra nació en la población de Burbusay parroquia del municipio Boconó, actor principal como Comandante de tropas en Boyacá y Carabobo, fue un hombre de confianza para el Libertador, cumplió tareas importantes en el control y administración en los tiempos de Colombia la grande, después fue gobernador de Trujillo y cuentan que se tomó muy en serio la alineación de las entonces tortuosas calles de Carache, a golpe de fuerza y bajo la guía de los disparos de los fusiles republicanos enderezó las encrucijadas y hoy las calles de Carache son ejemplo de rectitud entre las poblaciones trujillanas.

Don Vicente Cegarra murió en Mérida el 24 de abril de 1848; el amor hacia la región boconesa movió después al Presbítero Juan de Dios Trejo, vicario de este pueblo de las montañas para traer los restos del patriota y sembrarlos en la nave central de la iglesia parroquial de San Alejo en la ciudad de Boconó.

Ing. Ubaldo García
Los Pantanos, Boconó 08 de febrero de 2021