El fútbol venezolano se mantiene a la espera de reencontrarse con el rectángulo de juego en tiempos críticos, en los que aumentan considerablemente los contagios por Covid-19 en todo el país.
En las últimas dos semanas, 12 de las 20 organizaciones que forman parte del balompié criollo se han ido incorporando a la actividad luego de cuatro periodos sin entrenamiento de campo.
El último elenco fue Carabobo, que retornó ayer en la sede del Misael Delgado de Valencia.
Metropolitanos, Atlético Venezuela, Caracas, Deportivo Táchira y Estudiantes de Mérida fueron parte de los primeros conjuntos en volver al terreno, haciendo viral por las redes sociales su retorno, además de cumplir con todos los protocolos de seguridad y desinfección contra el coronavirus.
“La meta en este lapso es poner al equipo en condiciones correctas para competir, vamos a poder hacer que el jugador tolere lo que será el torneo y para lograr ser competitivo, hay que prepararlo bien físicamente”, declaró el director técnico del Deportivo Táchira Juan Tolisano para el departamento de comunicaciones del club.
Caracas, actual campeón de Venezuela, fue parte de las delegaciones que cumplió estrictamente con las medidas sanitarias contra el Covid-19 en el Cocodrilos Sport Park, y practicó las pruebas rápidas y las de PCR en toda la plantilla, cuerpo técnico y personal administrativo en las cuales todos salieron negativos.
Esperan calendario
Las instituciones del balompié criollo esperan por el calendario y la fecha para que vuelva a rodar el balón en el fútbol criollo, cuyo certamen se celebrará en los estados Carabobo y Yaracuy, de acuerdo a la autorización del Ministro del Deporte y también Vicepresidente de la FVF, Pedro Infante.
Sin embargo, ha habido diferentes opiniones en relación al retorno de la actividad en este mes. Una de esas voces fue la del médico y entrenador, Richard Páez, quien decidió poner su renuncia en Mineros por estar en desacuerdo en arriesgar la salud de los jugadores. Para suplir a Páez, Mineros decidió contrató al Edson Tortolero.
En una preparación ideal, se espera una leve pretemporada entre cuatro a seis semanas para el reinicio.