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Gráfica: Cortesía
Entramos en la tercera década de la Revolución Bolivariana en el Poder, desde que el Comandante Supremo Hugo Chávez asumiera por vez primera la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela. El año 2021 es un hito fundamental de la era Bicentenaria que trazó nuestro querido Comandante desde el año 2000. Celebramos doscientos años de la Batalla de Carabobo, que determinó la libertad de Colombia (para aquel momento los territorios que son hoy Venezuela, Colombia y Panamá, y unos años después incorporó a Ecuador con la victoria de Pichincha) y abrió el camino para la campaña del sur, que llevó a Bolívar y Sucre, al mando de un ejército internacional, hasta Ayacucho.
Este año es un punto de llegada y a la vez, un punto de partida. La primera década de la revolución fue de combates estratégicos (golpe de Estado de 2002, sabotaje petrolero de diciembre de 2002 a febrero de 2003 y referendo revocatorio de 2004), con algunas importantes escaramuzas, que se saldaron con victorias de la revolución y la conquista de importantes «colinas», como gustaba decir el Comandante Chávez. Sobre la base de esas victorias y la acumulación de fuerzas que dejaron como saldo, iniciamos un período de crecimiento económico, avances políticos y sociales, que en conjunto conformaron un período de prosperidad que se mantuvo hasta el 2013.
Podemos caracterizar la segunda década como de resistencia heroica de nuestro pueblo, comandado por el camarada presidente Nicolás Maduro. En junio de 2011 el Comandante Chávez anunció la enfermedad que llevaría a su desaparición física menos de dos años después, el 5 de marzo de 2013, en lo que constituyó el más duro golpe que ha sufrido la Revolución Bolivariana. Ya desde 2012 el imperialismo definió una política de incremento de la agresión contra nuestro País, con un énfasis principal en el ataque a nuestra economía con la manipulación del tipo de cambio, el bloqueo, las medidas coercitivas unilaterales, el robo de nuestros activos en el exterior y la persecución de nuestras operaciones comerciales y financieras por todo el mundo. Con esa guerra económica -centrada contra Pdvsa y el BCV- cortaron el flujo de ingreso de divisas al país, golpearon duramente el aparato productivo, los salarios de los trabajadores y las condiciones materiales de vida del pueblo. Con la conciencia y unidad de nuestro pueblo y la política de protección social, a través del sistema de protección social, los bonos solidarios y la defensa del salario, del presidente Nicolás Maduro, derrotamos la guerra imperialista y llegamos victoriosos al 2021.
Los 10 años que vienen (2021-2030) son de maduración o más bien, de consolidación de la revolución en todas las dimensiones que definió el Comandante Chávez (económica, política, social, moral y territorial). En la dimensión económica, debe ser una década de revolución económica productiva y este año que ya comenzó, debe ser el de despegue, con el esfuerzo que viene haciendo la clase obrera para recuperar la producción en diversos sectores con los CPT al frente, con ese instrumento poderoso para atraer inversiones y recuperar la prosperidad económica que es la Ley Antibloqueo, con el aporte de empresarios privados comprometidos con el país y la producción y con la dirección del hermano presidente Nicolás Maduro. Seguimos venciendo.