Los gobiernos de Turquía y Egipto se unieron este lunes a la indignación global por la noticia de que Israel ha aprobado un polémico plan para expandir la población en los Altos del Golán, territorio disputado desde hace décadas. La decisión del Gobierno israelí ha generado una ola de críticas por parte de diversos países y organismos internacionales.
Según la información difundida, Israel destinará alrededor de diez millones de euros para llevar a cabo el plan, que contempla la absorción de nuevos residentes con el objetivo de duplicar la población actual, que asciende a alrededor de 50,000 habitantes distribuidos en unos 30 asentamientos, incluyendo a judíos y drusos. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, defendió la medida argumentando que fortalecer los Altos del Golán es fortalecer la nación.
Turquía expresó su condena de manera categórica, calificando la decisión de Israel como una nueva provocación en su objetivo de expandir las fronteras a través de la ocupación. El Ministerio de Exteriores turco emitió un comunicado en el que señala que esta acción socava los esfuerzos por lograr la paz y la estabilidad en la región, aumentando las tensiones en un momento ya delicado.