El balance de fallecidos en Filipinas tras el paso del tifón Rai subió el lunes a 388 mientras que la cifra de personas desplazadas rozó las 542.000.
De acuerdo al Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres (Ndrrmc) que verifica los datos de las diferentes agencias de rescate filipinas el número de heridos llegó a 1.146 y al menos 60 personas continúan desaparecidas.
Las autoridades filipinas calificaron recientemente al tifón Rai como uno de los más destructivos que han golpeado al país en los últimos años.
La oficina de defensa civil de Manila informó que más de 300.000 personas permanecen en campos de evacuación y otras 200.000 están albergadas en casas de familiares o amigos.
A su paso Rai dejó un rastro de destrucción causando daños en viviendas, infraestructuras y cultivos agrícolas valorados en más de 410 millones de dólares.
El gobierno filipino declaró el pasado miércoles el estado de calamidad en seis regiones afectadas por el tifón.
Rai, que tocó tierra el 16 de diciembre con vientos de hasta 240 kilómetros por hora, cruzó de este a oeste por unas nueve islas del país y afectó a más de 4 millones de personas.
Un promedio de 20 tifones azotan Filipinas cada año y el más destructivo fue el supertifón Haiyan que en noviembre de 2013 golpeó las islas de Samar y Leyte, dejando un saldo de 7.000 muertos y 200.000 familias sin hogar.