LAS ESTRELLAS DE NUESTRA BANDERA

La junta de Caracas del 19 de abril de 1810 entre muchas de sus urgentes tareas procedió a enviar comisionados a las provincias para solicitar apoyo al movimiento de independencia; la mayor parte de las que componían la Capitanía General de Venezuela se sumaron al ejemplo que Caracas dio, pero Guayana, Coro y Maracaibo desatendieron la invitación y al contrario se prepararon para la formación de tropas en contra de los revolucionarios de la capital; el Dr. José Antonio Anzola enviado a Coro fue maltratado por el gobernador José Cevallos, en tanto que Don Vicente Tejera y sus acompañantes que eran emisarios de paz hacia Maracaibo fueron detenidos por las autoridades, enviados al castillo de San Carlos y más tarde juzgados como rebeldes en contra de España y presos en Puerto Rico.

En las sesiones del congreso de 1811 fueron comisionados para la elaboración de un proyecto de bandera nacional los Señores: Don Francisco de Miranda, el Comandante Lino de Clemente y Don José de Sata y Bussy, el que fue presentado y aprobado el 9 de julio, era la misma bandera enarbolada en la Vela de Coro: amarillo, azul y rojo con franjas desiguales, con la figura de una indígena en el ángulo superior izquierdo. Después el 8 de mayo de 1817 en el congreso de Cariaco se propuso la bandera tricolor con las franjas iguales y sobre el amarillo siete estrellas en representación de las siete provincias que se sumaron a la lucha por la emancipación, que fueron: Margarita, Cumaná, Barcelona, Caracas, Barinas, Trujillo y Mérida; estas dos últimas se habían separado de Maracaibo y abrazaron las ideas revolucionarias en ese mismo año de 1810.

Después en el avance de la guerra el día 20 de noviembre de 1817 desde la Angostura del Orinoco el Libertador firmó el decreto que decía: “habiéndose aumentado el número de provincias que componen la república de Venezuela con la incorporación de la Guayana decretada el 15 de octubre último, he decretado y decreto: a las siete estrellas que lleva la bandera nacional de Venezuela, se añadirá una, como emblema de la provincia de Guayana de modo que el número de estrellas será en adelante de ocho”.

El 17 diciembre de 1819 cuando Bolívar regresó triunfador de Boyacá en la Angostura se aprobó la ley fundamental de Colombia por la cual Venezuela desapareció como nación dando paso a la unión colombiana que un año después se refrendó en el congreso de 1821 en Cúcuta; para entonces se propuso una bandera tricolor para Colombia, volviendo al amarillo, azul y rojo en franjas desiguales, sin estrellas y en su lugar en la esquina izquierda superior el escudo de armas de la Nueva Granada para simbolizar la unión de ambas naciones.

La mayor parte de la sangrienta guerra de independencia se dio en estas ocho provincias que se mencionan en el decreto de Angostura con un saldo trágico, Barinas por ejemplo fue arrasada a fines de 1813 y más tarde sobre sus casas se levantaron las llamaradas; Trujillo sufrió los rigores de las tropas de los jefes enviados desde Maracaibo: Manuel Geraldino y José Yáñez en los tiempos en que cayó la primera república hicieron desastres y actuaron con impunidad contra los patriotas de esta región que fueron a parar a la justicia ibérica en la ciudad del lago y después purgaron condenas en Puerto Cabello y Cuba; antes de llegar Bolívar en la llamada campaña admirable, un tal Pedro Fernández español hizo desastres en territorios andinos, también venido de Maracaibo, al punto que después del sufrimiento y desgracias del terremoto de 1812 en estos pueblos llegaron a Trujillo tropas españolas bajo el mando de este jefe militar al que la memoria popular llamó “el segundo terremoto” pues actuaba sin misericordia contra el pueblo.

Caracas perdió más de la mitad de sus habitantes en el lapso de 1812 a 1815 y después fue junto a las ciudades del centro sometida a las fuertes presiones del régimen absolutista de Fernando VII, Valencia y Cumaná sufrieron los despiadados ataques de Boves y Morales.

Maracaibo y Coro pasaron los años terribles en la calma impuesta por la monarquía europea, y al contrario de apoyar la liberación más bien vivieron aquellos días aislados y recibiendo recursos de los españoles a través de sus puertos.

En enero de 1821 se formó una junta en Maracaibo en contra del gobierno español; desde tiempos atrás se había venido gestando un movimiento de liberación, el comandante de la guarnición de sumó a la sublevación declarándose libres, enviaron emisario para solicitar ayuda y seguridad de las fuerzas patriotas y al día siguiente 29 de enero de 1821 el Teniente Coronel Rafael de las Heras cruzó el lago y tomó posesión de la ciudad con el Batallón Tiradores de la Guardia; aquellos acontecimientos fueron considerados por el jefe español Don Miguel de la Torre como una violación al armisticio y fue suficiente para el rompimiento de la tregua y es reiniciar la guerra.

Pudiera agregarse una nueva estrella a nuestra bandera para representar a la provincia de Maracaibo y tal vez sería necesario entonces una décima por el ingreso de Coro a la república que ocurrió en mayo de 1821 cuando el General Rafael Urdaneta tomó la ciudad dentro de los avances patriotas hacia Carabobo.
¿Cuántas estrellas le hacen falta a la insignia nacional? Las siete del momento de 1810 más la estrella de 1817 de Guayana están acordes y suficientes, orgullosos estamos de los símbolos de la patria!

La anexión de Maracaibo fue tarde en la vida de Venezuela y el 28 de enero de 1821 ya marcaba la existencia de Colombia, además Maracaibo y Coro no tuvieron actuaciones claras y precisas para el apoyo de la independencia durante las horas difíciles.

Conclusión: la bandera de Venezuela debe mantener por siempre sus ocho estrellas bien justificadas historiográficamente.

Ing. Ubaldo García
Fundación Amigos de Nuestra Historia