“He cumplido uno de los deseos de mi madrecita”, dijo el gobernador Rangel Silva, durante la siembra de la artista popular y patrimonio Cultural de Venezuela, Rafaela Baroni, a quien le guadaba afecto y lo había expresado en múltiples oportunidades.
Quedarse en el Paraíso de Aleafar, fue la primera petición que realizó la escultura plástica, Rafaela Baroní, y le pidió al gobernador G/J Henry Rangel Silva, que sus restos permanecieran en el jardín de su paraíso.
“Me ha encomendado tres importantes misiones: Quedarse en su Paraíso de Aleafar, redactar un libro con todo lo que me ha regalado y por último, mantener su patrimonio cultural”, expresó el mandatario regional.
Cantores populares engalanaron a Baroní desde la entrada a la que fuera su casa, hasta la placita del rincón del amor del jardín de su museo.
Rosa Quintero, hija de baluarte mujer, mencionó que su madre, estaba viviendo lo que hace más de ocho años le había expresado, “lo que está pasando desde ayer y hoy, mi madre anhelaba vivirlo. Ella presentía que su misión terrenal había culminado, anhelaba nacer de nuevo entre su mundo de loros,” explicó.
“Cuando mi cara pálida amoratada cause lástima y terror a las circunstancias, y mis cabellos, dañados con el sudor de la muerte, erizandose en la cabeza, anuncien que está cerca mi fin”. Palabras de la reconocida, Rafela Baroní.
Rossiel Hurtado
Gráfica: Referencial