Brasil enfrenta la fase más letal de la pandemia de covid-19 y amenaza hoy el mundo tras convertirse en terreno fértil para variantes del coronavirus Sars-CoV-2, afirmó el exministro de Salud Alexandre Padilha.
Estas diversas formas del virus ‘demostraron tener una mayor capacidad de transmisión, de carga viral en el cuerpo y, por lo tanto, de poder superior para infectar a otra persona’, aseguró Padillha en entrevista exclusiva concedida a Prensa Latina.
Brasil estableció un récord diario de muertes por la enfermedad, con mil 972 decesos en las últimas 24 horas y el total ascendió a 268 mil 370, según el boletín más reciente del Ministerio de Sanidad.
De igual manera, en el mismo periodo se contabilizaron 70 mil 764 contagios y elevó a 11 millones 122 mil 429 las infecciones en el gigante suramericano que vive una segunda ola por la covid-19, la cual hizo colapsar el sistema sanitario en regiones y obligó a gobiernos estaduales a endurecer medidas de restricción y aislamiento social.
‘Registramos las medias móviles más altas desde el inicio de la pandemia (en febrero). En la anterior semana, superó las mil 500 muertes diarias. En las últimas 24 horas, más de mil 900. Establecemos récord tras otro en la cifra de pérdidas humanas y somos el país con más casos diarios de covid-19’, admitió Padilha.
Alertó que las variantes del coronavirus mostraron ahora ‘la participación de los más jóvenes y algunos informes también apuntan -aún no son concluyentes-, que la letalidad resulta mayor. El país vive su peor momento y, de hecho, es la mayor amenaza para el mundo’, reiteró.
No hablo de una tercera ola, porque en ningún momento hubo una estabilidad de la pandemia en la nación que estuvo, en 2020, más de 14 semanas con más de mil óbitos diarios, refirió.
Luego, apuntó, hubo una reducción de las defunciones al día, pero nunca una etapa estable. Y ocurrió un crecimiento muy importante desde diciembre, enero y febrero. Ahora en marzo empezamos el peor momento en número de fallecidos.
‘Algo extremadamente grave, muy preocupante lo que ocurre en Brasil, amenaza global por la multiplicación de variantes de covid-19’, insistió el diputado federal.
Detalló que es la primera vez que el colapso de los sistemas de salud ocurre en todos los estados.
Asimismo, por vez primera todas las divisiones territoriales, al mismo tiempo, reconocen tener más del 70 por ciento de las camas de las Unidades de Cuidados Intensivos ocupadas por el patógeno.
‘Esta saturación del sistema sanitario afecta a todos los estados al mismo tiempo, lo cual es muy embarazoso, porque bloquea la posibilidad de trasladar pacientes de unas zonas a otras para garantizar la atención’, aseveró.
Para el exministro, ‘existe una relación directa entre las decisiones y ejecuciones políticas del gobierno de Jair Bolsonaro y su cartera de Salud con el crecimiento de los casos, de las muertes, la lenta vacunación y la creación de un entorno fértil para la aparición de nuevas variantes’.
En tal sentido, mencionó en primer lugar el mensaje público del mandatario ultraderechista, del ministerio y de los miembros del gobierno de estímulo a las aglomeraciones, de no usar máscaras y cuestionar las medidas de distanciamiento físico.
Una segunda razón, prosiguió, ‘es que en Brasil se crearon 13 mil nuevas camas, específicamente para el virus a lo largo del 2020 y en diciembre el Gobierno de Bolsonaro recortó los recursos y provocó el cierre de más de nueve mil lechos’.
Lo anterior también contribuye al colapso del sistema sanitario.
En una tercera relación directa de la administración federal aparece el lento calendario de vacunación. El país lleva casi dos meses con esa campaña y no ha inoculado ni al cinco por ciento de la población.
‘Realmente es una vergüenza si se compara con la tradición de los programas nacionales de vacunación brasileños que siempre resultaron extremadamente amplios, con un alto grado de personas inmunizadas’, reflexionó Padilha.
Hizo alusión a como en la pandemia de H1N1, en 2009 y 2010, siendo Luiz Inácio Lula da Silva presidente y él ministro, ‘vacunamos a más de 80 millones de brasileños en tres meses y a más de 100 millones en seis’.
Denunció que Bolsonaro se negó a adquirir vacunas de empresas como Pfizer, Johnson & Johnson que ofrecieron casi 100 millones de dosis, en conjunto.
El exmilitar descarta del mismo modo asociarse con el fondo ruso Sputnik Vaccine, que ofreció esa asociación desde el año pasado.
Por otra parte, remarcó el exministro, el excapitán del Ejército no adopta ninguna medida, por ejemplo, para establecer una asociación con Cuba y su vacuna Soberana 02, e impide que gobiernos locales y regionales compren los antídotos para acelerar el programa de vacunación.
Según el médico de profesión, lo más importante es acelerar la vacunación. No tiene sentido que Brasil esté con este alarmante número de muertes y el sistema de salud privado y público colapsado.
‘El Ministerio de Salud debe coordinar las restricciones, adaptándolas a las realidades regionales. No se puede adoptar una única decisión de cierre en un país tan heterogéneo. En algunas zonas o se cierra o será imposible frenar el desplome total del sistema sanitario’, subrayó el parlamentario del Partido de los Trabajadores.