Desde la Empresa Nacional del Café S.A., ubicada en la Zona Industrial El Tigre, del municipio Guacara en el estado Carabobo, el ministro explicó que la empresa desarrolla la capacidad técnica productiva de la industria cafetalera venezolana.
“Todos los cafés de Venezuela son buenos”, consideró Castro Soteldo, quien conversó con el presidente de la empresa, coronel de la Aviación Militar Bolivariana, Alfredo Mora, para hacer una panorámica de la situación actual de la siembra y cosecha del grano que permite elaborar la bebida más popular y por excelencia en el planeta entero.
“Todos los cafés son buenos, pero no tienen la calidad de los grados 1 y 2”, dijo Mora al explicar el tema de la certificación. Señaló que se clasifican entre los grados 1 al 5, donde el primero es excelso, el segundo gourmet, el tercero café lavado, el cuarto natural y el último, corriente.
Mora señaló que en Venezuela se produce un promedio de 3 millones 400 mil quintales según sus registros, y la media producida es de 217 mil hectáreas.
Para evitar el contrabando, se han tomado diversas medidas, tales como prohibir la importación de café verde. Además, se ofrece el impulso de la capacitación, apoyo y financiamiento al productor primario. Se le otorga fortaleza al productor con diversas técnicas que permiten desarrollar capacidad para producir variedad de granos de café, entre ellos el café caturra, catuai, typica o criollo, bourbon y pacas.
Presentes en el programa dominical, productores de Santa Cruz de Mora, del estado Mérida, reconocieron la labor de la Empresa Nacional de Café y su respaldo a los cafetaleros.
Comentaron que los productores andinos siembran más de 2 millones de plantas al año, con más de 400 hectáreas. El Café de los Andes venezolanos, aseguraron, tiene fama de ser uno de los mejores del país y del mundo, cosechado de manera orgánica.
Se consideran “sobrevivientes” de una industria del café tradicional que viene desde la época de la colonia. Pero lamentaron informar que durante la segunda mitad del siglo pasado, por falta de apoyo gubernamental, apenas producían 20 mil plantas y no tenían capacidad ni impulso.
Gracias al apoyo de la Empresa Nacional del Café, el Estado venezolano y la asociación andina de caficultores, ahora producen semillas híbridas resistentes al clima, y cuya siembra, cosecha, trillado y selección permite ser una labor que genera sustentabilidad y es una alternativa de divisas internacionales para el país.
“El mejor amigo de la mujer y el hombre es el café, y viene de estas manos, corazones y de las mentes de estos compañeros que lo producen en todos los municipios de Venezuela, para que llegue a su mesa”, concluyó el ministro Castro Soteldo.