Días antes de la visita del papa Francisco a Irak, la base militar de Ain al Asad, en la provincia iraquí Al Anbar, fue atacada con diez cohetes. En el lugar están destinadas tropas estadounidenses y, hasta el momento, no se reportaron víctimas. A pesar del peligro, el sumo pontífice confirmó que su viaje al país sigue en pie.
“Pasado mañana, Dios mediante, iré a Irak para una peregrinación de tres días. Hace mucho tiempo que quiero encontrarme con ese pueblo que ha sufrido tanto”, dijo Francisco, de 84 años, durante su audiencia semanal.
Por su parte, el coronel Wayne Marotto, portavoz de la coalición que lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico en Irak y Siria, informó a través de su cuenta de Twitter que “diez cohetes fueron lanzados contra una base militar iraquí, la base aérea Al Asad, que alberga a tropas de la coalición”.
El ataque, agregó Marotto, tuvo lugar a las 7:20 hs de la mañana y que “las fuerzas de seguridad iraquíes están llevando a cabo una investigación” al respecto. Estados Unidos atribuye las agresiones a milicias chiítas pro-iraníes en el este de Siria.
El portavoz militar no dio ninguna información sobre posibles víctimas o daños materiales, pero la célula de comunicación de seguridad del Gobierno iraquí aseguró en un comunicado que no hubo “pérdidas significativas” y que se habían encontrado las plataformas de lanzamiento de tres de los proyectiles.
La base de Ain al Asad ya había sido atacada en diciembre de 2019 con cinco misiles que tampoco en esa ocasión causaron víctimas. En esa acción también resultaron heridos un soldado estadounidense y otros contratistas. Además, una semana después dos proyectiles impactaron en los alrededores de la embajada de Estados Unidos en Bagdad sin causar víctimas.
Como represalia, Washington bombardeó posiciones de milicias chiíes proiraníes ubicadas en el este de Siria, a las que hace responsables de estos ataques en Irak