Para el historiador zuliano Juan Romero “el Zulia merece la novena estrella”. Dijo que es un honor al estado Zulia por compartir una frontera con Colombia de 685, 2 km, “que desde donde sé, nos han atacado en términos de guerra económica, contrabando, introducción de paramilitarismo y el Zulia ha insistido en el mantenimiento del Proyecto Bolivariano, encabezado por Hugo Chávez. El Zulia ha mantenido la unidad territorial; por esas razones nosotros decimos que el Zulia merece la novena estrella”.
Las estrellas de la bandera nacional representan, actualmente, las provincias que conformaron la Capitanía General de Venezuela en 1777. Tiene siete estrellas de las 10 que integraban el territorio que se pronunció en ese momento.
Romero destacó que el tema de la octava estrella surgió en el contexto del Congreso de Angostura y el discurso de Angostura, y de la toma de Guayana, la cual se dio a partir de 1817, cuando el Libertador ve la importancia estratégica que tiene la incorporación de esa región al proyecto bolivariano.
“El mismo planteamiento que utilizó Chávez para justificar la octava estrella es la que nosotros estamos justificando para la novena estrella”.
Romero justificó la incorporación de la estrella por ser “un acto de justicia histórica”.
“La historia siempre ha señalado que Maracaibo no se incorporó hasta 1821 y que en 1810, o cuando se produce el 19 de abril, Maracaibo no se pronuncia a favor de la Independencia. Eso no es así totalmente, el pronunciamiento en contra de la Independencia en 1810 y 1811 lo hace el Cabildo de Maracaibo, conformado por una élite vinculada al comercio transatlántico, intereses ligados más a España que a la Gobernación de Caracas, que es donde se producen los acontecimientos de 1810. Pero en 1729, es decir, 11 años antes, se había producido en Maracaibo un pronunciamiento a favor de la ruptura del nexo colonial. Ese pronunciamiento lo dirige un pardo en 1729: Francisco Javier Pirela, quien denuncia los excesos del imperio español en contra de los grupos pardos y mestizos”, indica.
Relata Romero que ese movimiento de Pirela tiene equivalencia a la conspiración de Gual y España a finales del siglo XVIII, y las acciones que encabezó José Leonardo Chirino en la sierra de Coro.
“Nosotros lo que venimos diciendo es que es una reivindicación histórica, porque Maracaibo tiene pronunciamientos en 1808”.
El historiador agregó que “hay un panfleto que circuló en 1808, que los hermanos de Maracaibo señalaban la necesidad de tener al gobernador español ante la invasión napoleónica, que había producido España y romper con el nexo colonial”.
Luego en 1811, 1813, 1815 y 1817 hay pronunciamientos y levantamientos de actores políticos y económicos, ligados a los blancos, a los mulatos, a los pardos, en la provincia de Maracaibo a favor de la Independencia; pero la élite controla el Cabildo y se mantiene fiel. La primera razón es de reivindicación, de carácter rebelde, libertario, del pueblo maracaibero.
Una segunda razón, y que tiene que ver con el papel del general Rafael Urdaneta, fue desde el inicio del pronunciamiento proindependentista en 1810.
“Tenemos que recordar que Urdaneta se pronuncia desde Colombia en lo que era el Virreinato de Santa Fe de Bogotá y lo hace, indudablemente, a favor de la causa independentista”, indicó.
Agregó que “debe recordarse, que cuando se inicia la Campaña Admirable, donde las autoridades de Santa Fe de Bogotá se niegan inicialmente a darle permiso a Bolívar, que estaba sirviendo de libertario en la actual Colombia, Urdaneta le dice a Bolívar que si hace falta un hombre más para libertar la Patria, él se pone a la orden. Desde entonces Urdaneta es el más fiel soldado de Bolívar.
Maracaibo también fue revolucionaria
“La solicitud de la incorporación de una novena estrella es pertinente porque Maracaibo también fue revolucionaria”. Así lo expresó el historiador y presidente del Centro Nacional de Historia, Alexander Torres Iriarte.
“Hubo movimientos importantes proindependentistas en el seno de esa provincia, rebeliones poco conocidas por la historiografía oficial que ponen en evidencia que si bien se impuso la autoridad de una minoría fiel a la Corona española, grupos significativos de lugareños lucharon contra el yugo extranjero y contra el cabildo de notables amantes de la causa realista. Esta situación explica en gran medida que cuando se solidifica la decisión del rompimiento con España, ya existía en Maracaibo un acumulado de fuerzas patriotas, que una década atrás habían hecho el camino para cortar lazos con el maltrecho gobierno de Fernando Séptimo”, dijo.
El anuncio sobre estudiar y debatir la incorporación, o no, de una novena estrella en el tricolor nacional, se hizo en razón de los 200 años de la liberación de la provincia de Maracaibo, que se celebran el próximo 28 de enero, aunado a la venidera celebración del Bicentenario de la Batalla de Carabobo, ambos eventos históricos estrechamente ligados, pues la emancipación de la provincia de Maracaibo desencadenó lo que luego fue la batalla de Carabobo.
“Es fundamental es que si bien en Maracaibo existía una clase con sus propios proyectos políticos, contrarios a los defensores del 19 de abril, no podemos negar que otros sectores fueron partidarios de la propuesta independentista”, agregó.
Explicó que esta no es una idea nacida al azar y que al repasarse los hechos históricos, en cambio, surge lógicamente.
“Es un desacierto pensar que esta decisión surgió por generación espontánea, esto es producto de un acumulado histórico de movimientos, de grupos de intelectuales, poetas, de educadores, cultores populares, defensores de las memorias, las identidades y las localidades, de las universidades, que durante muchos años han presionado porque en nuestra insignia mayor, en nuestra seña mayor, además de la incorporación de la octava estrella, se sume una novena”, dijo.