Israel ha convertido sus políticas de ocupación en Palestina en una economía basada en el genocidio, así lo ha denunciado la relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas para los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, quien sostuvo que esto ha sido posible por la colaboración de grandes corporaciones multinacionales, en particular del sector tecnológico y financiero.
En un informe presentado esta semana, Albanese refiere que el genocidio perpetrado por Israel en Palestina no cesa “porque es lucrativo para muchos”, ya que “se ha convertido en el campo de pruebas ideal para los fabricantes de armas y las grandes tecnológicas, con una oferta y una demanda ilimitadas, poca supervisión y ninguna rendición de cuentas”.
A su vez, una red internacional de corporaciones ha apuntalado la economía israelí, entre ellas Blackrock y Vanguard, dos de los mayores gestores de activos a nivel mundial.