Psuv/Gráfica: Cortesía
Arribamos al año 2021, año icónico en el que conmemoraremos, el 24 de junio, el bicentenario de la Batalla de Carabobo, año en el que fijó nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez uno de los hitos fundamentales de la Revolución Bolivariana en las tres primeras décadas del siglo XXI, en la Era Bicentenaria que él trazó desde el 19 de abril de 2010 al 17 de diciembre de 2030.
Llegamos al 2021 en combate, en batalla, unidos y victoriosos; con avances muy importantes en los terrenos político y social, con una democracia bolivariana fortalecida y vibrante, viva; con fuertes instituciones y ahora totalmente alineadas con la Constitución Bolivariana a partir de la victoria electoral del 6 de diciembre pasado; con un poderoso tejido social y organizativo que conforma el Poder Popular; garantizando la soberanía y la independencia de la Patria a partir, entre otras cosas, de la unión cívico militar; garantizando los derechos sociales a nuestro pueblo, sobre la base de una política de protección basada en el Sistema de Misiones y Grandes Misiones, en la garantía de la gratuidad de la educación y la salud; defendiendo el empleo y la calidad del empleo y el derecho a la vivienda y el habitat digno, entre otros. Todo esto, en los últimos 7 años, en medio de la más brutal agresión del imperialismo y sus lacayos, que hemos resistido apoyados en la conciencia de nuestro pueblo y en una dirección revolucionaria que formó el Comandante Chávez y encabeza el presidente Nicolás Maduro.
También tenemos grandes desafíos, entre otros, avanzar en la edificación del Estado Comunal con las ciudades comunales (200 este año planteó el presidente Maduro), derrotar las manifestaciones de burocratismo, ineficiencia y corrupción en el Estado; ambas políticas orientadas a la destrucción del Estado burgués y la cultura asociada a él que todavía pervive en importantes espacios. Ahora bien, la construcción de una economía productiva y diversificada, que nos permita elevar la producción y la productividad, desarrollando las fuerzas productivas nacionales, unido al incremento de la inversión privada (nacional y extranjera) para elevar el ingreso nacional y derrotar el bloqueo; y la potenciación de la capacidad de creación e inventiva del pueblo, los trabajadores, las universidades y los institutos de investigación para avanzar en la soberanía tecnológica del país, son retos estratégicos para seguir construyendo el Socialismo Bolivariano.
El 6 de diciembre del año pasado creamos las condiciones para la apertura de un nuevo ciclo político de la revolución desde el momento en que se instaló la nueva Asamblea Nacional, recuperada por el pueblo y para el pueblo, el pasado 5 de enero de este año. En ese marco, nuestro Presidente Obrero nos planteó el Plan Carabobo 200, cuyos ejes principales son: el impulso del diálogo para la reconciliación y la convivencia en lo político; el impulso a la economía productiva, la mayor atención a los servicios públicos, la garantía de la seguridad ciudadana y la paz y el eje internacional que arrancó con las iniciativas de defensa de la Guayana Esequiba ejecutadas por el Presidente de la República y la Asamblea Nacional.
Vamos entonces, hacia el año 2030, otro hito fundamental de la Era Bicentenaria que nos marcó el Comandante Eterno de nuestra revolución, son 10 años en los que como pueblo combatiremos para defender la Revolución Bolivariana y profundizar las transformaciones, en todos los ámbitos, que nos conducen al socialismo. Seguimos venciendo.