La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) denunció que un convoy con 109 camiones que transportaba ayuda humanitaria desde el sur de Gaza fue «violentamente saqueado» y que solo la carga de 12 de ellos no fue usurpada; el incidente, en las inmediaciones de Karim Abu Salem, se produjo después de que el ejército israelí cambiara «en el último momento» la hora y la ruta del convoy, obligándole a internarse en una ruta desconocida, explicó la secretaría general de Unrwa, Stéphane Dujarric.
«La gran mayoría de los camiones, 97 en total (actualizado ahora a 98), se perdieron y sus conductores fueron obligados a punta de pistola a descargar la ayuda», lamentó la Unrwa en sus redes sociales, que culpó a Israel como potencia ocupante de no «garantizar la entrega segura» de ayuda, según el derecho internacional humanitario.
«Si no se interviene de inmediato, la grave escasez de alimentos empeorará, poniendo en mayor peligro la vida de más de dos millones de personas que dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir», agregó la Unrwa en su mensaje.
Dujarric dijo por su parte que solo once camiones habían llegado a su destino, un almacén donde se distribuye luego la ayuda humanitaria, y que 98 camiones estaban fuera de control de las agencias humanitarias, con una gran cantidad de toneladas de alimentos desaparecidos.
Además, comentó desconocer quién pudo ser el autor del saqueo, pero recordó que las agencias de la ONU no aceptan ser escoltadas por ninguna parte en conflicto en caso de guerra, lo que excluye tanto a Hamás como al ejército israelí.
La extrema situación humanitaria del enclave ha sembrado alarmas entre la comunidad internacional y las principales organizaciones, tras más de un mes de bloqueo casi total y asedio del tercio norte del enclave, hasta la altura de la ciudad de Gaza.
Un reciente informe de la Comisión para la Investigación de la Hambruna (FRC, por sus siglas en inglés), alertó de que hay «una gran probabilidad de una hambruna inminente» en zonas del norte de Gaza si no se actúa en días.
La Unrwa también alertó de que al menos ocho panaderías en Deir al Balah (centro de Gaza) y Jan Yunis (sur) funcionan «al mínimo» desde hace semanas, mientras que otras se han visto obligadas a cerrar por completo ante la «grave escasez de harina».