La ONU estimó este domingo en 670 la cifra de muertos por el deslizamiento de tierra reportado el viernes pasado en el norte de Papúa Nueva Guinea.
De acuerdo al responsable de la Organización Internacional para las Migraciones en Papúa Nueva Guinea, Serhan Aktoprak, más de 150 casas quedaron enterradas por una capa de rocas y tierra de entre seis y ocho metros de profundidad y temen que más de 670 personas hayan perdido la vida.
Aktoprak afirmó que la zona del desastre en la aldea de Kaokalam, a 600 kilómetros de la capital del país, Port Moresby, sigue siendo peligrosa por el riesgo de nuevos deslizamientos de tierra y lodo, por lo que trabajan en la evacuación de unos 1.250 sobrevivientes.
La avalancha de tierra del 24 de mayo pasado golpeó más de seis aldeas en la isla del Océano Pacífico.
Este país insular suele recibir fuertes precipitaciones. Pero este año las lluvias y las inundaciones han sido particularmente intensas. En marzo pasado, al menos 23 personas murieron por un desprendimiento de tierra.