Miles de personas vuelven a salir a las calles de París, Francia, para protestar contra las nuevas reformas de las pensiones. Desde enero, los sindicatos de trabajadores han organizado numerosas huelgas en ese país, a raíz del plan del Gobierno de aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030.
El 1 de febrero, el ministro de Trabajo francés, Olivier Dussopt, declaró que el Gobierno de Francia planea realizar la reforma pese a las protestas y seguirá explicando su necesidad a los ciudadanos.
Francia tiene la edad de jubilación más baja de Europa y gasta casi el 14 % de su producto económico en pensiones. Con la nueva reforma, el Elíseo aspira a establecer un límite del gasto público referente al 13,8 %. La última reforma de las pensiones, en 2011, había elevado la edad de jubilación de 60 a 62 años.