El estrechón de manos con Emmanuel Macron, presidente de Francia, así como la amena conversación que sostuvo con el premier portugués António Costa, han resonado en el mundo como la muestra de un creciente interés de Europa en retomar las relaciones bilaterales con el Gobierno de Venezuela que lidera el presidente Nicolás Maduro.
“Me encantaría que pudiéramos hablar un poco más y pudiéramos comenzar un trabajo bilateral útil para el país y la región”, fueron las palabras de Macron al momento de estrechar la mano de Maduro al que le insistió en la necesidad de conversar señalando que “presidente, una vez que esto termine yo lo voy a llamar”.
Al gesto de acercamiento de Macron se sumó el primer ministro de Portugal, quien luego de saludar al presidente venezolano y a su esposa, la diputada Cilia Flores, comentó brevemente la situación por la que atraviesa su país como consecuencia de la inflación generada por el incremento del petróleo y el gas.
“Equilibrado pero no es fácil. Con el costo del petróleo y del gas todo eso es un problema, pero vamos poco a poco manejando las cosas”, apuntó.
Fracaso del plan Guaidó
La ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales entre Venezuela y la Unión Europea (UE) se suscita tras la puesta en marcha de un plan liderado por Estados Unidos que consistía en una política de máxima presión económica y diplomática contra el Gobierno de Venezuela y el reconocimiento a un gobierno paralelo con el objeto de provocar el denominado “cambio de régimen”.
Esta estrategia liderada por la extinta administración de Donald Trump, contó con el apoyo irrestricto del liderazgo europeo que procedió al desconocimiento de la magistratura de Nicolás Maduro y la imposición de sanciones que llevaron incluso a la prohibición de entrada a sus países de funcionarios venezolanos.
Esta aventura que se inició el 23 de enero de 2019 con la autoproclamación del exdiputado Juan Guaidó como “presidente interino”, ha venido en franco declive como consecuencia de los fracasos de planes desestabilizadores que buscaban un cambio de gobierno por la fuerza como fueron la débil intentona de golpe militar del 30 de abril de 2019 conocida como “el golpe de los plátanos” y el intento de incursión mercenaria del 3 de mayo de 2020 por las costas de La Guaira.
Transcurrido el tiempo y en medio de constantes denuncias de malversación de fondos por parte del llamado “interinato”, sumado una evidente carencia de apoyo popular, este plan que según Financial Time tiene fecha de vencimiento en enero de 2023, ha sido excluido de la agenda de los dirigentes de las naciones europeas que con beneplácito buscan conversar con el presidente Maduro y entablar conversaciones con el objeto de normalizar las trastocadas relaciones.
Prevalencia de los intereses
Este acercamiento a Venezuela surge en medio de un creciente clima de crisis económica en el viejo continente como consecuencia de su intervención en el conflicto armado que desarrollan Rusia y Ucrania.
La imposición de sanciones a la Federación de Rusia por parte del bloque europeo, dirigidas especialmente al gas y petróleo, han provocado un incremento de estos hidrocarburos debido a la dependencia energética que tienen del gigante euroasiático que abastecía el 40% de la demanda.
Esta realidad que los pone al filo de una crisis energética que ya comienza a dar sus primeros visos y que se espera alcance su punto máximo en el invierno por venir, ha obligado al liderazgo europeo a buscar alternativas de abastecimiento en el mercado energético.
Irán y Venezuela son los nombres de las naciones que han sido incluidas en la lista de posibles proveedores para sustituir los hidrocarburos rusos, por lo que los dirigentes europeos se encuentran realizando lobby para convencer a los Estados Unidos de “ablandar” el esquema de “sanciones” que pesan sobre estos países a fin de garantizar que su petróleo y gas vuelva a ofertarse en el mercado internacional.
«Necesitamos que los países productores bombeen más de forma excepcional», dice un comunicado de la presidencia francesa donde agregan que “el petróleo venezolano también debe poder volver al mercado».
Esta misiva donde se revela el objetivo de la presidencia gala, se suscitó en medio de la Cumbre del G7 donde el presidente Macron abordó a su par estadounidense Joe Biden para señalarle la urgencia de tomar decisiones en materia energética ante la incapacidad de sustituir el petróleo y gas ruso sin el concurso de países productores como Venezuela e Irán.
“Tuve una conversación con MbZ (el jeque Mohammed bin Zayed al-Nahyan). Me dijo dos cosas: Que estoy al máximo, al máximo (de la capacidad de producción), esto es lo que afirma y luego dijo que los saudíes pueden aumentar en 150 (mil barriles por día), quizá un poco más, pero no tienen grandes capacidades”, dijo Macron a Biden antes de ser interrumpidos y solicitársele conversar fuera del alcance de las cámaras.
Francia abre caminos
Todo este panorama de creciente necesidad europea de recursos, así como el fracaso del plan del “interinato” y los reveses sufridos en el ámbito político regional con la victoria de candidaturas de izquierda, fueron visibilizadas por el presidente francés durante su breve conversación con su par Maduro, quien le señaló que Francia podría jugar un rol muy positivo ante esta nueva realidad.
“El continente se está recomponiendo y hay un camino que podemos conseguir”, le señala Macron obteniendo como respuesta del presidente Maduro que “Francia tiene que jugar un papel ahí positivo” y le señala que el presidente de la Asamblea Nacional y jefe de la delegación del Gobierno de Venezuela para el diálogo con el extremismo opositor, diputado Jorge Rodríguez, acudirá al Foro de París sobre la Paz.
Ha sido en este escenario donde este viernes con Emmanuel Macron a la cabeza y con la presencia de los presidentes Alberto Fernández de Argentina y Gustavo Petro de Colombia, se llevó a cabo la primera reunión de las delegaciones del Gobierno venezolano y el extremismo opositor representado en Gerardo Blyde, donde se busca la reanudación del diálogo de México tras ser suspendido luego del secuestro del diplomático venezolano Alex Saab por parte del Gobierno de los Estados Unidos en octubre de 2021.
En este nuevo acercamiento uno de los temas principales es el fin del bloqueo a Venezuela, según señaló el presidente Petro, acción que, como lo ha manifestado en reiteradas oportunidades, es de gran interés para Europa que con Francia en la vanguardia busca caminos para retomar una agenda bilateral con el presidente Maduro que garantice el restablecimiento de las relaciones comerciales donde el petróleo y el gas juegan un rol fundamental.
Últimas Noticias/Gráficas: Cortesía