Como patrona y madre de todos los venezolanos, a la Virgen de Coromoto se le rinden honores en tres fechas claves: el 8 de septiembre, día de su aparición (1652); el 2 de febrero, por el traslado de su reliquia a la Catedral de Guanare (1654), y el 11 de septiembre, a propósito de su coronación canónica como Patrona de Venezuela, en 1952.
Pero fue el 1º de mayo de 1942, 10 años antes de ser santificada, cuando el Episcopado Nacional proclamó como Patrona de Venezuela a la Santísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de Coromoto.
Aquella declaratoria del patronazgo coromotano fue aprobada y ratificada por el Papa Pío XII el 7 de octubre de 1944. Decisión que se conoció en Venezuela en 1947 cuando el Hermano Nectario María recibió del Vicario de Cristo, en Roma, el documento en el que se confirma, constituye y declara a la Santísima Virgen de Coromoto como “Celeste y Principal Patrona de toda la República de Venezuela, con todos y cada uno de los privilegios litúrgicos que competen a tales principales Patronas”.
La imposición de una corona es uno de los ritos litúrgicos católicos con los que se resalta la devoción por una advocación mariana y en Venezuela se materializó el 11 de septiembre de 1952, día en que el Papa Pío XII presidió la coronación canónica de la Virgen de Coromoto como Patrona de Venezuela, tres siglos después de su aparición al cacique de la tribu Los Cospes.
Probada devoción
Arraigo, historia y devoción son requisitos indispensables para la coronación canónica, práctica que se realiza desde el siglo XVII y puede ser de naturaleza pontificia (concedida por el Papa), diocesana o litúrgica.
Tener el privilegio de ostentar una corona símbolo del carácter regio de María como Madre de Dios, aplican ciertas condiciones. La iglesia católica dicta la norma y allí prevalece que la imagen tenga más de 50 años, que su devoción y valor histórico-artístico esté probado y que sea una imagen de culto.
Desde 1952, el 11 de septiembre es la festividad oficial coromotana. El día está muy próximo a la fecha de la aparición de la Virgen, 8 de septiembre, lo que reúne a peregrinos de todo el país en Guanare, conocida como la Capital Espiritual de Venezuela por ser la cuna de la advocación mariana.
Ambos días, la fe del pueblo venezolano en su Patrona se pone de manifiesto y de manera masiva. Los feligreses la visitan, le pagan promesas y la acompañan en las misas y en las tradicionales actividades -caminatas, caravanas, vigilias, rosarios- que programa la Diócesis de Guanare en honor a la Santa Madre.
La aparición
El Cacique de los indios Coromoto, de la tribu de los Cospes, encontrándose en labores de labranza junto a su mujer, fue sorprendido por la imagen de una Bella Señora que era todo luz y que caminaba sobre las aguas cristalinas de la quebrada.
La hermosa señora le dijo al Cacique que “saliera a donde estaban los blancos para recibir el agua sobre la cabeza y así poder ir al cielo” y éste salió hacia la tierra de los blancos, encontrando en el camino a un español que se dirigía a El Tocuyo, a quien contó la aparición. Así lo relata el hermano Nectario María Fsc, en su libro “La maravillosa historia de Nuestra Señora de Coromoto”.
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