Uribe está preso: ¡Ganó Colombia!

La decisión de la Corte Suprema de Justicia de Colombia de apresar al expresidente Álvaro Uribe Vélez es la resultante del coraje y la constancia de los luchadores sociales y de las fuerzas de la izquierda, que no abandonaron, ni un minuto, las denuncias sobre sus vínculos con los paramilitares y la manipulación de las elecciones.

Este acto deja como enseñanza que al pueblo nadie le regala nada, que la oligarquía colombiana no ha cedido en nada, que llevar a la cárcel a Uribe es obra de la lucha de todo un pueblo, que ya está cansado de violencia, de opresión, y de engaños.

Es también la reivindicación moral de los miles de asesinados por los grupos mafiosos, con el método de los “falsos positivos” y de las víctimas directas e indirectas de la política de la oligarquía, cuyo representante es –precisamente- Uribe Vélez.

Uribe está preso: ¡Ganó Colombia!

Toda la opinión pública pudo constatar como el Presidente Duque y el partido Centro Democrático, acaudillado por Uribe, maniobran y presionan a las instituciones judiciales para torcer la decisión de la Corte, en una demostración de su talante autoritario y dictatorial.

También se abren las compuertas para que el proceso de paz sea retomado y que Duque cumpla con lo pautado en los Acuerdos de La Habana. Y basta de asesinar a los líderes sociales y exguerrilleros.

Hemos repetido una y mil veces que la paz de Colombia es la paz de Venezuela, y que la paz de Venezuela es la paz de Colombia, y que por ello, la unidad de nuestros pueblos es una de las palancas de un futuro solidario y de cooperación entre las dos naciones.

La victoria de la democracia es obra de senadores valientes como Iván Cepeda, que le respondieron con firmeza a Uribe, de todo el liderazgo democrático de Colombia, del avance electoral que de manera unificada obtuvieron las fuerzas progresistas en las elecciones presidenciales y producto de las manifestaciones multitudinarias que impactaron a todas las regiones de Colombia en los últimos meses del año pasado y que son el germen de la nueva democracia, de la paz y de la cooperación, que nace desde las vetas más hondas de Colombia.

Psuv
Gráfica: Cortesía