La información la dio a conocer Sky News Arabia con cita al gobernador de esa capital, Marwan Abboud. Los desplazamientos ocurren tras dos fuertes explosiones acontecidas cerca del puerto de la ciudad, con al menos un centenar de muertos y unos 4.000 heridos contabilizados producto del desastre.
Asimismo, se registraron graves daños materiales en las zonas cercanas. Según informes preliminares de las autoridades libanesas la magnitud de lo sucedido puede deberse a la explosión de una gran cantidad de fertilizante que se hallaba almacenada en el puerto.
Al respecto, el presidente del país, Michel Aoun, dijo en Twitter que era “inaceptable” que hubiera 2.750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas de forma insegura. Por su parte el director de Seguridad General, mayor general Abbas Ibrahim, rechazó las acusaciones de que Israel era responsable de la explosión.
El impacto del estruendo fue tal, que incluso se llegó a sentir en el aeropuerto internacional, ubicado a varios kilómetros de distancia de la zona portuaria, y en la ciudad de Limasol, Chipre. Expertos compararon la potencia de la explosión con la de un terremoto de magnitud 4,5.
El ministro de Sanidad del Líbano ha advertido a la población de que los restos de la explosión podrían tener efectos letales sobre la salud a largo plazo.
Varias personalidades y figuras de la política del mundo entero han expresado sus condolencias, y mientras las autoridades del Líbano no lo han definido como un atentado, el presidente Donald Trump y medios “occidentales” comienzan a mostrar una tendencia a señalar un posible ataque.