Trujillo y su Patrona recibieron V obispo bajo un bálsamo de esperanza

«Elegidos para dar frutos», rezó Monseñor José Trinidad Fernández Angulo, al tomar posesión, como V obispo, de la sede catedralicia en la Diócesis Trujillo, al celebrarse XXXIX aniversario de la coronación canónica de la Virgen de la Paz, patrona de los trujillanos.

El Colegio de Consultores de esta instancia, recibió a Mons. Trinidad en compañía del Arzobispo Metropolitano, Cardenal Baltazar Porras; el obispo veneró la imagen del crucifijo, seguido de una breve parada frente a la capilla del Santísimo Sacramento, hasta llegar a la sacristía para revestirse e iniciar con la Santa Misa de toma de posesión.

El administrador apostólico, Pbro. Rubén Delgado, junto al Vicario Judicial, padre Romer Ortiz, presentaron las letras Apostólicas al Eminentísimo Cardenal Baltazar Porras, como parte de los ritos iniciales de la ceremonia.

Como signo de toma de posesión el Cardenal, Porras invitó a Mons. Trinidad a sentarse en la sede catedralicia de la Santa Iglesia trujillana, además hizo entrega del báculo pastoral como significado de Gobierno Eclesial.

Seguidamente el obispo Trinidad invitó a los presbíteros incardinados a la Diócesis Trujillana a renovar sus promesas sacerdotales, como fieles dispensadores de los ministerios de Dios.

Asimismo, los diáconos, religiosas, seminaristas y toda la asamblea reafirmaron su compromiso bautismal.

Camino en sinodalidad

Durante la homilía Mons. Trinidad, recordó las palabras de su Santidad, el Papa Francisco, quién precisó que en pandemia por la covid-19 no se debe tener «cara de funeral», sino un rostro semejante al Redentor, permitiendo que sea el Espíritu Santo la guía que hace comprender la entrega que debe tener un pueblo de Dios, con el fin de caminar en sinodalidad.

Además, resaltó que la fe es la representación de la salvación por Jesucristo, digno de un testimonio fervoroso que tiene como prioridad hacer el bien, a lo que señaló, » A un mendigo ciego que le pide compasión mientras va de camino, lo acoge con estas palabras: «¿Qué quieres que haga por ti?». Con esta actitud anda por la vida quien ama como Jesús.

Fernández precisó que una de las características principales de un cristiano es la alegría como una manera de estar en la vida, porque «es realmente extraño practicar la religión cristiana, sin experimentar que Cristo es fuente de alegría vital.»

«Sin amor no es posible dar pasos hacia un cristianismo más abierto, cordial, alegre, sencillo y amable, sinodal donde podamos vivir como amigos de Jesús «.

Tejer buenas historias

En este mismo orden de ideas el obispo trujillano subrayó la esperanza y paz como obra del Señor en la que han trabajado pastores de la Iglesia, como: Mons. Ignacio Camargo, José León Rojas Chaparro, Vicente Hernández Peña y Oswaldo Azuaje, quienes han enseñado que juntos se tejen buenas historias.

Finalmente, exhortó a toda la asamblea presente a evangelizar con testimonio de un Cristo resucitado que acaricia la piel de los leprosos y no de los que pasan de largo, sin compadecerse del dolor del hombre herido en el camino.

Trujillo celebró sus 464 años

Trujillanos conmemoraron 464 años de la Ciudad Capital, así como los 64 años de la Diócesis, y 54 años del Seminario Mayor Sagrado Corazón de Jesús durante la Eucaristía celebrada por el obispo de Trujillo, el pasado nueve de octubre en la Catedral Nuestra Señora de la Paz, quien realzó la paz y esperanza que caracteriza a este población, a pesar de las adversidades.

Asimismo, en hora de la tarde de este mismo día, la excelsa patrona, María de la Paz, recorrió las calles trujillanas como parte de la tradición anual, con el fin de bendecir al pueblo que la venera.

 

 

 

Rossiel Hurtado/Gráfica: Cortesía