Misiles o pluma

Diálogo: Misiles o pluma

Daniel García.
Presidente del IANET.

Las grandes batallas se ganan sin pelear, dijera Sun Tzu; gran estratega militar y filósofo de la antigua China. Su aparición y existencia, según la ciencia histórica, deviene del año 722 a.C.; ya podemos entonces imaginar cuan antigua es la data de las guerras y su estudio milenario. Tema ya tocado en otras líneas y que hoy nuevamente revisamos, en vista de los Diálogos en México entre la oposición extremista y el Gobierno Legítimo de nuestro país. Un encuentro muy atacado tanto por los sectores de ultra izquierda y sectores de la ultra, ultra derecha, que ya es decir. Recordemos aquella conocida frase de pasillos de universidad, cuando decíamos que _*“los extremos se tocan”*_. Tal parece que nada más indicado para tratar este escenario…

El imperialismo mantiene un férreo bloqueo comercial, financiero y petrolero, contra el Estado Nación Venezolano, que busca hundir las finanzas públicas y el acceso normal a los organismos multilaterales de crédito. No haría ninguna falta recurrir a ellos, sino fuera por dicha agresión multifacética en lo económico. No es una mera formalidad, dicha política dirigida desde Washington, no. Se trata de Medidas Coercitivas Unilaterales, violatorias del Derecho Internacional y de los más elementales Tratados y Convenios en materia de Derechos Humanos. Se trata de una guerra sin misiles contra toda la población venezolana, sin distingo. Y esto, está en el centro del debate: El único “crimen” de Venezuela es ejercer nuestra soberanía e independencia al escoger por la vía electoral incluso, su propio sistema político y la forma de gobierno que así se dé el pueblo venezolano. Está en las líneas de la _*Carta Fundacional de la ONU*_ esta decisión irrenunciable de los pueblos.

Históricamente, tras un largo periodo de confrontación, bien sea político o armado, los bandos en pugna analizan la correlación de fuerzas, los avances y retrocesos en el terreno, las posibilidades reales de victoria o de estancamiento y el panorama nacional e internacional en el cual se desenvuelve la lucha de clases. En el siglo pasado, en la década de los 80 y 90, se llevaron a cabo por ejemplo, los Diálogos y Acuerdos de Paz entre el Gobierno Salvadoreño de extrema derecha del Partido ARENA y la Guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional; recordando que ambas fuerzas estaban en una confrontación armada abierta en pugna por el PODER, lo que conllevó después al fin de la guerra y a la participación activa en política del FMLN, ahora convertido en partido político, tras los Acuerdos de Paz de Chapultepec; similares experiencias se replicaban por doquier en América Latina. El caso más reciente, hace algunos años, lo tenemos en Colombia, entre el gobierno oligárquico y la insurgencia de las FARC – EP. El desarrollo de la lucha política tiene diversos escenarios, etapas y tácticas que preservan el elemento estratégico de la conquista del poder político, la construcción de un nuevo sistema económico, político y social, y la construcción de un modelo alternativo al capitalismo; con particularidades propias de cada país. Sin dogmas.

Tras la Segunda Guerra Mundial, los vencedores se sentaron en Yalta para dirimir la nueva estructura geopolítica del mundo. Igualmente las relaciones de Estado entre la URSS y EEUU, hacían comunes encuentros entre altos dignatarios. China hoy por su parte se reúne frecuentemente con autoridades estadounidenses; igual Vietnam y la Corea Popular tuvo un encuentro histórico entre Kim Jong –Un y Donal Trump, para temas entre los dos países.

Ni que decir de la Cuba Heroica cuya capital, la Habana, recibió hace un par de años, al Presidente Obama en la histórica Cumbre con Raúl Castro, entonces Jefe de Estado y Primer Secretario del CC del PCC; para tratar de dirimir el diferendo entre Cuba y EEUU y la política de bloqueo contra la isla. En síntesis: Alguien puede acusar a dichos procesos revolucionarios y sus dirigentes de  “ traicionar a la Revolución y pactar con el enemigo?”. Es el coro permanente que se escucha desde la ultra izquierda de manera reiterada. Obviar las condiciones subjetivas y objetivas, el contexto y la necesidad de impedir, como revolucionarios, que el Imperialismo imponga su política de invasión. Saber estar en la línea entre los peligros y los principios es una necesidad vital hoy día.

La Revolución Bolivariana, fundada en este siglo por el Comandante Hugo Chávez y continuada por el Camarada Nicolás Maduro, es un acumulado histórico de largas batallas del pueblo venezolano por su definitiva independencia. Sabemos quién es el enemigo principal. A lo interno, cualquier iniciativa que sea en favor de mantener la integridad nacional, debe ser apoyada. Ciertamente la Paz no excluye la Justicia. Esta última debe darse como castigo ejemplar al golpismo y a quienes con sus acciones activas o pasivas, promovieron el bloqueo imperialista, el robo de activos públicos y los asesinatos y acciones contra el pueblo. La impunidad de los delitos, fueron alertados incluso por el propio Libertador como preámbulo reiterativo de más delitos y más impunidad. Mano firme, Diálogo, pero con memoria y reparación.

El “Diálogo de México” debe contar con el respaldo de todo el pueblo en su conjunto, con las condiciones inamovibles que ha puesto el Presidente: Levantamiento inmediato de las sanciones contra Venezuela, reconocimiento por parte de la oposición extremista, de la institucionalidad y del Estado Venezolano y garantía de no repetición de acciones desestabilizadoras contra la población civil; son las piezas angulares de un entendimiento normal entre las fuerzas revolucionarias en el Gobierno y las oposiciones con sus distintos matices. Ciertamente, la lucha por el PODER no cesa ni cesará para ninguno de los factores en pugna; más sin embargo, debemos colocar reglas claras de confrontación política, de acuerdos mínimos y básicos contra la injerencia imperial extranjera, por la recuperación económica permanente.

No debemos caer ni en la confianza burguesa que surge de la “pasividad electoral” ni en el desenfreno dogmático que cree que el sentarse a dialogar por acuerdos mínimos “es traición”. En palabras de nuestro Comandante Hugo Chávez: “Ni pacto con la burguesía, ni desenfreno revolucionario”.

_Que el Diálogo bloquee los misiles, e imponga la pluma…_