Hoy se celebra la festividad de Santa María del Monte Carmelo, referida comúnmente como Virgen del Carmen o Nuestra Señora del Carmen, una de las diversas advocaciones de la Virgen María. En Venezuela es la patrona del Ejército y de los conductores; así su celebración se llena de caravanas acompañadas de las bocinas de autobuses, taxis y transporte de carga.
En varias poblaciones de la nación, festejan la fecha y rinden tributo a su excelsa patrona. El centro de peregrinación más grande en Venezuela se ubica en la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen en Boconó, estado Trujillo, donde celebran con gran solemnidad el día; además, es venerada en las poblaciones del municipio Carache y en La Concepción de Pampanito.
En Mérida, específicamente en el municipio Campo Elías, la celebración inicia el 31 de mayo y se extienda más allá del 16 de Julio. Esta fiesta reúne al santo patrón de la localidad San Buenaventura, con la Virgen del Carmen.
Otras celebraciones a la Virgen del Carmen en Venezuela que destacan por su vistosidad y religiosidad son: en Guasdualito, estado Apure, la virgen es llevada en canoa por río; municipio Mara y la Guajira venezolana, estado Zulia; municipio Urdaneta, estado Lara, que pide favores para la siembra; municipios Colina y Píritu, estado Falcón; una importante romería en San Joaquín, estado Carabobo; Petare, El Hatillo y Ocumare del Tuy, en el estado Miranda; y una hermosa fiesta en la Isla de Margarita.
Según la tradición esta advocación mariana se apareció en el Monte Carmelo en Israel a los ermitaños que seguían al profeta Elías, y oraban por nuevas lluvias, ante tres años sequía. Sobre una pequeña nube, la imagen de la Virgen con hábito marrón. Lleva el Niño Jesús en brazos, y en una de las manos el “escapulario”. Incluso se le dice: Virgen del Escapulario.
Existe el registro posterior cuando la Virgen se la apareció a San Simón Stock, superior de la Orden Carmelitas, el 16 de julio de 1251. La Virgen le entregó los hábitos y el escapulario, símbolos de la Orden. Le prometió que todas aquellas almas que portaran en vida el escapulario serían salvadas del purgatorio, el sábado siguiente a su muerte, y llevadas al cielo. Esta veneración recibió reconocimiento papal en 1587, y goza de ese respaldo en la contemporaneidad.
De esta manera, nació la orden religiosa de los Padres Carmelitas, que se extendió por el mundo tanto en su rama masculina como femenina.