Ubaldo García
Gráfica: Referencial
Existe una hipótesis sobre la fundación de la parroquia eclesiástica de Valera, que dice fue planeada en una reunión en Bogotá ocurrida en 1816 entre el virrey Don Francisco Montalvo, el pacificador Pablo Morillo y el Obispo Lasso de la Vega, siguiendo las órdenes del rey con el fin de darle seguridad a la ciudad de Maracaibo montando una alcabala con fuerzas españolas, previendo la pérdida de tan importante ciudad.
Después de establecida la parroquia en tan importante cruce de caminos, el Obispo Don Hilario Lasso de la Vega se sintió a sus anchas como monarquista enviado de Dios y del rey Don Fernando VII, dedicándose a recorrer estas tierras andinas con dos funciones básicas: el pastoreo de las ovejas para la iglesia católica y la protección y apoyo a las fuerzas realistas establecidas; por eso cuando los batallones republicanos avanzaban desde Cúcuta en septiembre de 1820 bajo el mando del Libertador, éste se enteró que el Obispo Don Hilarión acompañaba a las tropas españolas y en una escaramuza presentada en el páramo de Mucuchíes, capturaron algunos prisioneros realistas, así como la toma del armamento y del equipaje o baúles del Obispo, en el que se encontraron libros y papeles usados para la descalificación de los revoltosos patriotas que estaban en contra del rey enviado de Dios, y que por lo tanto eran condenados por la iglesia.
Un tiempo después y estando el Obispo Lasso de La Vega en Maracaibo, ocurrió en aquella ciudad el 28 de enero de 1821 el alzamiento de la sociedad civil y militar, pasando a formar parte de la república, aquellos acontecimientos sumados a los encuentros de Trujillo y a los avances patriotas por la liberación hicieron que el sacerdote pensara mejor las cosas y por estos tiempos hace 200 años decidió darle la espalda al rey Fernando y apoyar irrestrictamente las ideas de emancipación; inició entonces un recorrido pastoral por estas tierras andinas, ya como el representante de Dios y se acercó a Trujillo en donde se encontró con Don Simón Bolívar, con aquel hombre revoltoso e infame que ahora estaba ganando la guerra y con quien quería un acercamiento para darle protección divina a los guerreros patriotas. Así fue como Bolívar, el diplomático, en las puertas de la catedral trujillana en día 01 de marzo de 1821 se entrevistó con el Obispo de Maracaibo y se lo ganó para la causa republicana, a partir de aquel momento fueron mucho los favores y trabajos realizados por Don Hilarión en beneficio de la iglesia y las relaciones entre la república y el Vaticano.