El monumento nacional “La Flor de Venezuela”, ubicado en el estado Lara, cumple en este 2021, trece años de haber sido instalado, como una réplica del pabellón de Venezuela en Hannover, ciudad alemana que albergó la feria mundial “Expo 2000”.
Desde el año 2008 se erigió, al este de la ciudad de Barquisimeto, justo en la esquina de confluencia de las avenidas Venezuela y Bracamonte, parroquia Santa Rosa, municipio Iribarren, para sorpresa cultural y turística y de disfrute de propios y visitantes.
El gobierno, bajo la presidencia del comandante Hugo Chávez, fue el responsable de las gestiones de traslado de la magnífica estructura artística y de innovación científica nacional, seis años después de su estreno en Alemania.
Fue también Chávez quien decidió regalarla a la entidad larense, como ícono cultural, turístico y recreativo, según se puede leer en los considerandos de la Gaceta Oficial número 40.197 firmada por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, el 27 de junio de 2013, que también declara la obra como Patrimonio Arquitectónico Tangible de la nación.
El diseño e inspiración en la rica biodiversidad que caracteriza al territorio venezolano, entre ellas, los tepuyes y la orquídea, pertenecen al reconocido arquitecto venezolano Fruto Vivas, quien se ha destacado además como docente de importantes centros de estudios universitarios locales, como lo constituye la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (Barquisimeto), Los Andes (Mérida) y la Central de Venezuela (Caracas) y entre otras, la de Veracruz (México) y la Autónoma de Santo Domingo (República Dominicana).
La edificación, a la fecha, está siendo valorada para recibir una importante inversión en el mantenimiento habitual que amerita una obra de esta envergadura y complejidad técnica, así lo informó de manera exclusiva para Últimas Noticias el gobernador del estado Lara, Adolfo Pereira.
“Estamos escuchando las consideraciones del arquitecto Fruto Vivas, con la finalidad de ejecutar la recuperación de los 16 pétalos y el sistema mecánico que les permite abrir y cerrar, según la condición del tiempo” precisó Pereira.
Destacó la versión única en Lara, como “arquitectura mutante” debido al referido movimiento de los pétalos, que se reacondicionarán en todas sus áreas, tanto internas como externas, incluyendo el ornato, integrado por jardines escalonados y ventilación circulante.
Consideró que el mencionado monumento representa para los larenses un bonito espacio turístico y de gran potencial cultural, por lo que su preservación y conservación, está en marcha, con la participación de un equipo multidisciplinario, guiado por su creador Fruto Vivas.
Quienes no han visitado “La Flor de Venezuela” podrán encontrar algunos elementos resaltantes, como la gran estructura circular, con escaleras a su alrededor y rampas; en el centro, una estructura tubular que soporta una flor de 16 pétalos blancos y violetas, de tela traslúcida, la cual también será renovada, al igual que su cubierta móvil que asemeja a un gran “tepuy”.
La planta baja tiene gran parte de sus pisos de cristal templado, por medio de los cuales se puede observar el mapa de Venezuela y sus predilectos sitios naturales.
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Gráfica: cortesía