Febrero en el espejo

Luis Perales
Gráfica: Referencial

La política, la ética y la economía como disciplinas del pensamiento tienen en común su preocupación por la vida del ser humano: cómo debe vivir y qué condiciones deben darse para que pueda vivir. Pero más allá de la filosofía y del asiento cómodo de la observación, en el norte del sur, en la Bolivariana Venezuela, aparece Febrero para desde la calle conceptualizar y desnudar las disciplinas del pensamiento y el orden desde el grito desobediente de “¡SAQUEO!” y la promesa libertaria de un “POR AHORA”.

Para el alemán Inmanuel Kant la libertad es la categoría básica de la ética y la política, es la autodeterminación racional del hombre. Pero más allá de estos alemanes, grandes pensadores sin duda alguna en la historia de occidente, en el norte del sur, en la Bolivariana Venezuela, aparece Febrero y la autodeterminación racional del hombre se queda en pañales cuando desde la calle, es decir desde la memoria, la fiesta y la candela, la libertad se convierte en el ejercicio cotidiano de la autodeterminación racional de un pueblo que quiere ser independiente.

Los libros y tesis no bastan para recoger tanto coraje y digna rabia, la reflexión aislada e individual no basta para mirar la historia del norte del sur, pues es deber de quien emprenda tal tarea asumir los senderos del camino de las comunidades, sentirlos, olerlos, palparlos, llorarlos, sufrirlos, amarlos, cuidarlos, lucharlos, mimetizarze en ellos aunque sean Febreros salvajes. Más aún: si no te reconoces en tu identidad indoafroamericana no entenderás la historia que se escribe a diario en el norte del sur.

Señala a propósito José Manuel Briceño Guerrero: “Pero no procedamos como quien estudia un objeto extraño sino como quien profundiza en sí mismo. Cierto, el propósito obliga a objetivar lo subjetivo, ¿cómo hablar si no?, pero al hablar de nosotros mismos con intención cognoscitiva, lo científico ha de volverse, en cierto modo lírico; mirada sí pero mirada de auto-revelación en que el mirador y lo mirado son lo mismo”.

Mirarse en el espejo de Febrero en el año 2021 no implica necesariamente añorar un “caracazo” porque no consigues harina “pan” en los anaqueles del supermercado de la esquina, o porque la inflación ha llegado a tales límites que ya no puedes comprarte un par de zapatos nuevos porque primero tienes que comer (soy irónico, realmente la guerra económica y su dolar today nos tienen contra las cuerdas). Sin embargo, y retomando la idea, mirarse en el espejo de Febrero en la Bolivariana Venezuela es reconocernos como sujetos, actores principales y no simple espectadores o analistas de redes sociales. Sabemos cómo hacerlo, podemos mirar por ejemplo en Abril de 2002 cuando ni comiquitas ni telenovelas pudieron ocultar nuestro rescate al presidente de los pobres. Somos los mismos.

Desde febrero la política, la ética y la economía la entendemos desde nuestra mirada de resistencia y desde la libertad en que fraguamos la tierra, nuestros sueños y el futuro: alegres, subversivos y siempre desobedientes. Nuestra utopía es concreta y la hacemos realidad en nuestra cotidianidad donde siempre es Febrero.

La razón sólo se encuentra en el diálogo. La identidad en lo que haces.