Adán Chávez
Gráfica: cortesía
Luego de una breve pausa decembrina, retomamos nuevamente nuestro Sentir Bolivariano, en un año en el que todas las venezolanas y todos los venezolanos celebraremos el bicentenario de la Batalla de Carabobo; gesta heroica en la que el ejército patriota al mando de Simón Bolívar no sólo refrendó la derrota de la causa realista en territorio nacional, sino que además permitió al Padre Libertador concentrar sus esfuerzos en la liberación de los Pueblos del Sur, consciente de que difícilmente podría preservar la obra libertaria en Colombia, mientras existieran en Nuestra América Latinocaribeña otras naciones bajo el yugo español.
Se trata, entonces, de un año cargado de un profundo simbolismo para las bolivarianas y los bolivarianos, y al mismo tiempo, de grandes desafíos para las fuerzas revolucionarias; que en nuestro empeño por darle continuidad al esfuerzo que a lo largo de estos años hemos venido realizando para avanzar en la construcción socialista, nos seguiremos enfrentando, sin duda, a una coyuntura compleja, dada la batalla que continuamos librando contra la terrible pandemia del Covid-19 y para hacer frente a las consecuencias que trae consigo la permanente y criminal arremetida imperial, agudizada durante la fracasada administración supremacista de Donald Trump.
II
En el ámbito nacional, y luego del contundente triunfo electoral del pasado mes de diciembre, se ha instalado una nueva Asamblea Nacional, que tiene la gran responsabilidad de coadyuvar al fortalecimiento de la institucionalidad del país; así como en los esfuerzos que desde el Gobierno Bolivariano se vienen realizando para alcanzar la plena estabilidad política, reactivar la economía nacional y lograr la sostenibilidad del modelo de bienestar sustentado en las Misiones y Grandes Misiones, a pesar de la brutal saña yanqui y de sus lacayos contra el Pueblo, que no podemos negar ha impactado la cotidianidad de las venezolanas y los venezolanos, aunque hayamos derrotado reiteradamente el empeño de los adversarios de la Patria por tratar de aplicarnos una fallida estrategia de “cambio de régimen”.
Se abre así, gracias a la moral, la conciencia, la valentía y la dignidad de nuestro Pueblo; un período clave en la historia contemporánea de la nación, en el que la voluntad de las mujeres y los hombres que integran la Asamblea Nacional, en trabajo conjunto con los demás Poderes del Estado, y la férrea determinación de las hijas y los hijos de Bolívar y de Chávez de vivir en paz, y de defender su soberanía e independencia; seguirá marcando la diferencia, a pesar de los ataques que en los ámbitos político-diplomático, económico-financiero-comercial y comunicacional continuaremos enfrentando; ya que contra el país se sigue conspirando abiertamente, procurando deslegitimar sus Instituciones, propiciando el despojo de sus activos en el extranjero e intentando socavar su integridad territorial. Todo ello, con apoyo de sectores de la extrema derecha fascista.
Idéntico rol protagónico corresponde desempeñar, en una coyuntura en la que además se renovará uno de los Poderes de la República: el electoral, y serán electas y electos nuevas gobernadoras y nuevos gobernadores; al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y, más allá, al Gran Polo Patriótico “Simón Bolívar”, como vanguardia del Pueblo venezolano, en defensa del legado del líder histórico de la Revolución Bolivariana.
Las orientaciones impartidas por el compañero Presidente Nicolás Maduro en reciente reunión con la Dirección Nacional del Partido y de su juventud (la JPSUV), nos permitirán profundizar en aquellos elementos en torno a los que resulta necesario realizar algunos ajustes, a partir de los cuales poder enfrentar en mejores condiciones los desafíos que impone a Venezuela el nuevo año que recién inicia, y acelerar la transición al socialismo; entendiendo que si bien hemos sido capaces de superar todos los intentos puestos en marcha por los adversarios internos y externos, éstos aún no han sido derrotados en el plano estratégico; de allí que resulte lógico esperar que continúen e, incluso, se intensifiquen las agresiones en contra del país.
Se trata, en el marco de la nueva etapa histórica que comienza en el país, de llevar adelante una serie de iniciativas orientadas a profundizar la labor del Partido, atendiendo a lo establecido en la Declaración de Principios de su I Congreso Extraordinario, como “guía y unificador de la clase y sectores explotados en la batalla por liberar definitivamente a la Patria de la pobreza extrema, el atraso y la dependencia”, como “propulsor de la conciencia social y de los cambios históricos” y como “promotor de la justicia social, moral y económica”; teniendo para ello como herramientas fundamentales, siguiendo lo expresado por el Comandante Chávez en el Aló Presidente Teórico N° 3: “…la ideología, el debate de todos los días, la batalla de las ideas, la artillería del pensamiento, el trabajo voluntario, la incorporación a la praxis, a la solución de problemas, a la atención de los más débiles, la creación de la sociedad del amor, de una nueva espiritualidad, de una nueva base moral, ética”.
III
Grandes son los retos a enfrentar durante el presente año también en el escenario internacional; un escenario en el que el decadente imperialismo norteamericano viene desplegando una estrategia orientada a tratar de restablecer su hegemonía y a través de la cual persigue, en el caso de Nuestra América Latinocaribeña, el debilitamiento de las instancias regionales de integración, con la complicidad de las oligarquías lacayas del Continente; una estrategia que, sin duda, va más allá de quien sea el huésped de la Casa Blanca.
De allí que, para las bolivarianas y los bolivarianos la defensa de la Patria sea asumida desde una visión que trasciende el frente nacional; lo que nos impone seguir desarrollando un papel activo como catalizadores en el proceso de necesaria e imprescindible unidad de los Pueblos de la región.
En la historia de las luchas por la unidad latinoamericana y caribeña, sin duda éste es un momento clave, y tiene lugar justo cuando el imperialismo emprende una nueva oleada injerencista en el mundo, bajo el pretexto de la lucha antiterrorista. La rebelión del Sur se expresa, nuevamente, en la esperanza de una integración verdadera; y tiene como elemento unificador la movilización de nuestros Pueblos en rechazo a la imposición de recetas neoliberales y en favor de mejoras en su calidad de vida, conquistas algunas de las cuales habían sido alcanzadas durante gobiernos progresistas que fueron suplantados por administraciones de derecha.
Urge la defensa y el impulso de la integración regional y de ese mundo multicéntrico y pluripolar que tan acertadamente prefigurara el líder histórico de la Revolución Bolivariana. Carabobo vuelve a convocarnos, y estoy convencido que las y los patriotas de este tiempo, estaremos a la altura de tan grande desafío histórico.