Organizaciones y movimientos sociales de América Latina y el mundo expresaron su solidaridad al pueblo y gobierno venezolano tras el asalto de un barco destructor de la Armada de Estados Unidos (EE. UU.) a un navío pesquero en las aguas pertenecientes al país suramericano.
Desde la República Dominicana, organizaciones políticas y sociales apoyan la denuncia realizada por el gobierno venezolano por la agresión perpetrada por el barco de guerra estadounidense contra una embarcación atunera y los pescadores que se encontraban a bordo.
Para los firmantes del comunicado, el acto del navío de EE. UU. representa una flagrante violación al derecho internacional y a las normas para la convivencia pacífica. Mediante el texto rechazan las prácticas propias de tiempos de corsarios y exigen a EE. UU. retirar todos sus buques y submarinos nucleares de las aguas del mar Caribe. Además, recordaron que el Caribe es una zona de paz de acuerdo a lo establecido en resoluciones y tratados internacionales.
“La dignidad del pueblo venezolano no se negocia ni se doblega, Venezuela jamás será esclava del imperialismo estadounidense y, en nombre de la solidaridad de los pueblos del Caribe y de Nuestra América, reafirmamos que defenderemos la paz, la soberanía y la autodeterminación frente a toda provocación o amenaza imperial”.
Preocupación por ataque de EE. UU.
Desde Europa, la Asociación de Refugiados de América Latina y el Caribe en Bélgica (ARLAC) también se pronunció a favor del Gobierno venezolano, al manifestar su preocupación por la reciente violación de la soberanía del país suramericano.
A su vez, alertaron que el asalto del destructor estadounidense a la embarcación pesquera representa una escalada peligrosa e injustificada de las tensiones regionales. La asociación belga asegura en su comunicado que el incidente está enmarcado en una estrategia que incluye sanciones económicas, bloqueos financieros y campañas de desestabilización política.
En este sentido, sostuvo que este tipo de medidas han tenido un fuerte impacto en la población venezolana, al limitar el acceso a medicamentos, alimentos y otro tipo de recursos, lo que representa una violación a los derechos humanos básicos.
Ante este panorama, la Asociación Belga de Solidaridad ARLAC ha exigido el retiro de todos los buques militares de EE. UU. en el mar Caribe y aguas cercanas a Venezuela. También condena las medidas unilaterales y las campañas de desinformación destinadas a justificar intervenciones extranjeras en el país suramericano e instan a la comunidad internacional a apoyar los mecanismos diplomáticos y legales para resolver controversias, en línea con la carta de las Naciones Unidas y el tratado de Tlatelolco