«El 1 de febrero, las Fuerzas Armadas ucranianas cometieron un nuevo crimen de guerra al lanzar un ataque deliberado con misiles contra un internado en la localidad de Sudzha». Así lo informó el Ministerio de Defensa de Rusia a través de un comunicado oficial.
La misiva destacó que «esta provocación pretende distraer a la opinión pública mundial de las atrocidades cometidas por el régimen de Kiev en la aldea de Rússkoye Poréchnoye, en la región de Kursk». Asimismo, criticó que este lanzamiento contra una instalación civil «ha demostrado una vez más la naturaleza terrorista e inhumana de quienes ostentan el poder en Kiev». Actualmente, no hay información oficial sobre el número de víctimas del ataque.
Por su parte, el gobernador en funciones de la provincia de Kursk, Alexánder Jinshtein, escribió en sus redes sociales que lo ocurrido representa una «atrocidad inhumana». «Aún no hay información fiable sobre el número de víctimas. En cualquier caso, un ataque con misiles contra un internado en el que podría haberse alojado gente es un crimen que no tiene perdón ni prescripción», concluyó.
Desde Moscú han denunciado en repetidas ocasiones ataques selectivos de Kiev contra objetivos civiles, así como torturas, violaciones y ejecuciones contra ciudadanos rusos. El Comité de Investigación de Rusia reveló estasemana las atrocidades inhumanas del Ejército ucraniano cometidas contra civiles rusos en la localidad de Rússkoye Poréchnoye, en el distrito de Sudzha. Un soldado relató que su grupo violó a mujeres y mató a ancianos, atándolos en un sótano y tirando una granada.