Los agricultores acusan que el nuevo impuesto de sucesiones puede terminar por obligarlos a vender sus tierras en vez de heredarlas a sus hijos, debido a que sería mayor el costo para ellos el cumplir con el pago al Gobierno. De acuerdo con medios locales, más de 10 mil agricultores se han reunido este 19 de noviembre en la capital de Reino Unido, Londres, para manifestar su oposición a la rebaja fiscal que, según ellos, puede orillarlos a vender sus tierras.
Aunque el primer ministro británico, Keir Starmer, negó que la mayoría de los agricultores se vayan a ver afectados con el cambio en la legislación y la puesta en marcha del nuevo impuesto a la sucesión, las personas temen que puedan perder sus tierras.
De acuerdo con la nueva legislación, a partir de abril de 2026, los activos agrícolas heredados por valor de más de un millón de libras, que antes estaban exentos, estarán sujetos a un impuesto del 20 %. El Gobierno dijo que la gran mayoría de las explotaciones agrícolas no se verán afectadas.
Pese a las protestas, el primer ministro Starmer declaró que el Gobierno no modificará la nueva política del impuesto de sucesiones para los agricultores. En el marco del G20, dijo que entendía las preocupaciones, pero que estaba “muy seguro de que la gran mayoría de los agricultores no se verán afectados en absoluto”.
A la pregunta de si el Gobierno cambiaría la política, respondió: «No. Una vez que la gente se dé cuenta de que en un caso típico se trata de un umbral de tres millones de libras antes de que se pague el Impuesto de Sucesiones, creo que la gente se dará cuenta de que la gran mayoría de las granjas están a salvo, e incluso las que superan el umbral sólo están sujetas a un impuesto del 20% que se puede pagar en 10 años».