La película “Alí Primera”, de la productora Humana Cine y bajo la dirección de Daniel Yegres, se ha convertido en un acontecimiento cinematográfico más allá de lo estrictamente fílmico. No es para menos, pues el largometraje “de ficción”, pero con elementos sustancialmente biográficos, acaricia la figura de un mito que está muy presente en la cotidianidad del país. Quien lo conoció, quien lo admira, quien lo ama y hasta quien lo rechaza, tiene su propia película de Alí, por lo que Ernesto Villegas, ministro de Cultura, sugirió: “No dejes que otros opinen por ti, que sustituyan tu propia interpretación de esta obra de arte”. Así invitó al pueblo a verla y establecer sus propias conclusiones.
“Aliprimeristas” consumados, quienes ya la vieron en alguna de las 55 salas comerciales donde se está proyectando desde el 31 de octubre, han experimentado la emoción del reencuentro con “el panita” y plantean sus criterios frente a la delgada línea que separa al cine como expresión artística de la nostalgia y los afectos.
María Mercedes Cobo, periodista, feminista y poeta, celebra que se haya hecho. “Es una bella película que nos muestra tanta historia en el estado Falcón, que se siente en la imagen de las salinas de Las Cumaraguas, por ejemplo. Me conmueve no solo ver la vida de Alí en el cine, sino también que se resguarde su memoria y lucha, tan viva y presente”.
El músico, compositor y cantor Centauro Saher rescata la realización, los paisajes, la fotografía, pero cree “que se perdió una posibilidad hermosa de contar a Alí de una manera en que la gente que no lo conoce lo conociera. Es una película que está hecha para fanáticos de Alí. El Alí niño está fabuloso, pero el adulto es más un discurso ajustado a los cuentos que se han escuchado”.
Manuel Azuaje, profesor de Filosofía, editor y crítico de cine, además miembro de la Fundación Alí Primera, cree que es un valioso esfuerzo, muy bien realizado, con escenas emotivas que conectan con la sensibilidad del público. “Si no la mejor, es una de las mejores películas que ha hecho el Estado venezolano en los últimos tiempos, que permite a quien no lo conoce acercarse a Alí. Sin embargo, me parece que podría haberse perdido la oportunidad de presentar a la audiencia venezolana unas dimensiones que van mucho más allá del artistas y el militante, y que forman parte de la profundidad de su carácter y su personalidad, que podrían verse simplificadas en un Alí virulento, peleón, grosero”.
Alí Alejandro Primera, músico, parlamentario y sobrino del “Cantor del Pueblo”, considera que la película tiene buena fotografía y banda sonora, sobre todo en la primera parte, donde se retrata a un Alí niño que se desenvuelve en su paisaje de pescadores. “Ahora bien, Alí tiene varias vertientes en el tratamiento de su identidad. Creo que Eduardo González hizo un excelente esfuerzo para plantear un personaje cercano, de buen humor, optimista, que creía en el núcleo de la familia, eso lo reivindica la película. En lo personal me hubiese gustado que se trabajara más al Alí adulto, en su labor internacionalista y planteamientos ideológicos y bolivarianistas”.