Las fuerzas milicianas de Hezbolá en el Líbano, frustraron la invasión terrestre del régimen sionista israelí al sur del país e infligió un duro golpe a Israel, con un saldo que arrojó 80 militares muertos y heridos, así como varios tanques destruidos.
Entre los caídos se encuentran dos capitanes y seis sargentos que formaban parte de unidades de infantería y élite desplegadas en la invasión terrestre. La información fue confirmada por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
A través de un comunicado, el Movimiento de la Resistencia Islámica de Líbano declaró que estaba involucrado en nuevos enfrentamientos con fuerzas israelíes que se habían “infiltrado” en la localidad de Maroun al-Ras en el sur del Líbano, y señalado los enfrentamientos habían causado “víctimas” entre las filas de las fuerzas israelíes.
“La heroica epopeya que nuestros combatientes protagonizan y están librando contra las fuerzas de élite israelíes en más de un frente en el sur del Líbano resultó en la muerte y lesión de más de 80 militares sionistas”, destaca una publicación en la red social Telegram.
Asimismo, especificaron en la plataforma que en la frustración de Hezbolá a la invasión terrestre del régimen sionista israelí a Líbano, hubo también la destrucción de aproximadamente 5 tanques Merkava. “Chocaron con las fuerzas de ocupación israelíes, causándoles pérdidas y obligándolas a retirarse”.
Más tarde, Hezbolá ha sostenido que mientras las fuerzas israelíes intentaban rodear la localidad fronteriza de Yaroun, sus combatientes la sorprendieron detonando un artefacto explosivo. Ha asegurado que todos los militares israelíes murieron o resultaron heridos durante la operación realizada en apoyo a Gaza y en defensa del Líbano y su pueblo.
Hezbolá ha indicado que sus combatientes participaron en enfrentamientos terrestres con la infantería del régimen y los obligaron a retirarse de la región de Al-Adisa.
Estas bajas representan un duro golpe a la moral de las tropas invasoras de Israel, luego de conocerse la noticia de que la llamada “cúpula de hierro” que protege al territorio tomado por el sionismo, es perfectamente permeable a los ataques de los misiles iraníes, que destruyeron varias instalaciones militares israelíes en los territorios ocupados.