CORONEL.  LUIS MARÍA RIVAS DÁVILA

   El Cnel.  Luis María Rivas Dávila, nació el 19 de  agosto del 1778, en la ciudad de Mérida, sus padres fueron  Ignacio de Rivas de La Torre y Bárbara Dávila y Rivera, fue el primero de los cinco hijos, su niñez fue en nuestro glorioso y cálido estado Mérida, a los diecisiete años, Luis ingreso en el colegio seminario de San Buenaventura y en 1801, se trasladó  a Caracas con la intensión de cursar estudios en la universidad de dicha ciudad, donde conoce a grandes amigos como es el caso de Juan Antonio Rodríguez Domínguez y Andrés Navarte entre otros, siendo ya para 1806 doctor en leyes, título que se ve frustrado en su consumación por estar bajo seguimiento de causa de infidencia al rey y la corona española.

Cuando estallo la revolución del 19 de abril de 1810, Luis María Rivas Dávila se encontraba en  la capital y fue nombrado “Emisario de la Junta Suprema en la Región de Mérida”, por la Junta Suprema de Caracas para llevar la invitación al Ayuntamiento de Mérida, con el paso de los días el Ayuntamiento de Mérida acato la invitación  y se convirtió en la última ciudad en formar su propia  Junta Autónoma.

 El 5 de mayo de 1810 se declaró en Barinas las decisiones tomadas en Caracas el 19 de Abril. Y consiguió allí un apoyo importante para seguir hacia Mérida a continuar su misión, ya en esa ciudad andina, el 16 de septiembre logra reunir a los hombres más importantes de Mérida y en esta reunión se crea la Junta Superior Gubernativa de Mérida y se inicia la incorporación de toda la nueva provincia a la independencia, ya que Mérida formaba parte de la Provincia de Maracaibo desde 1878, el gran logro de Rivas Dávila es la separación de Mérida de la Provincia de Maracaibo, por lo que es recordado como un precursor del reconocimiento como región, dando paso así a tan arraigado gentilicio de sus habitantes.

El 3 de marzo de 1812, a la edad de treinta y tres años contrajo matrimonio en Carcas con Doña María de Jesús Rivero, del fruto de aquella unión nacieron dos hijos que fueron: Camilo y Luis. Días posteriores lucharía en la toma de la ciudad de Valencia, por lo que fue nombrado Secretario del Tribunal Revolucionario.

Tuvo una actuación militar importante en los días de independencia, hecho notorio en su vida es aquel  26 de enero de 1812 cuando la Junta Suprema de Caracas lo nombra Coronel de Milicias, por todos los servicios que había prestado en Mérida, finaliza así su vida civil,  pues de allí en adelante todas sus actuaciones fueron de carácter militar y favorables a nuestra  naciente Patria.

 En 1812 bajo el mando del Generalísimo Francisco de Miranda, inicia su viaje vía San Fernando de Apure y Barinas, al llegar a San Fernando se encontró con la novedad de que la mayor parte de la guarnición había desertado, Rivas Dávila aceptó el comando de aquella fuerza y la dirigió con destino Apure arriba rumbo a Nutrias. No logrando llegar a su destino porque tuvo que capitular ante las armas reales, mandadas por los Comandantes Miguel Palmero y José María Contreras quienes ignorando la capitulación, lo remitieron preso a Barinas y de aquella ciudad a uno de los pontones de Puerto Cabello, allí se vio fortalecido su espíritu revolucionario con el calor de la palabra de los gestores del gran movimiento emancipador, fue entonces el 13 de mayo de 1813 cuando Rivas saldría hacia la liberta, luego se encuentra con nuestro Libertador Simón Bolívar en el estado Mérida,  sumándose así a las filas de su propio líder, después de una gran actuación junto a Bolívar su escuadrón recibe el título de Soberbio Escuadrón de Dragones, corrió en auxilio de José Félix Ribas en la Batalla de La Victoria, donde presta un apoyo determinante para el triunfo de la causa patriota, pero resulta mortalmente herido en mencionado combate. Dejando terrenalmente el campo y la batalla aquel, 12 de febrero de 1814 en la Victoria,  Pero con su último aliento  de vida dijo:

“Llevadle esta bala a mi esposa y decidle que a ella le debo el momento más glorioso de mi vida al haber perecido defendiendo la causa de mi suelo. ¡Muero contento! ¡Viva la República!”.

 Hoy 246 años después de su natalicio, es propicio recordad  a nuestro prócer militar, que deja sólidas bases de la unión cívico militar, hoy fortalecidas y enraizadas en su aporte a la historia por su accionar desde ambos planos porque es uno de esos personajes históricos que lograron abrir caminos de libertad con gallardía de verdad.

Importante resaltar, que el 222 Batallón de Infantería del Ejército Bolivariano  acantonado  en  Trujillo, estado Trujillo lleva su imponente nombre ya que es el Batallón del Pueblo.

Cnel. Carlos Román Sánchez Hernández