El huracán Beryl causó gran devastación en la infraestructura de las islas de Carriacou y Petit Martinique, que forman parte de Granada; mientras su paso cerca de Barbados también ocasionó daños de menor magnitud
En ese sentido, el primer ministro granadino, Dickon Mitchell, dijo que, como parte de las informaciones preliminares en dichos territorios, se registraron apagones masivos, interrupción en las comunicaciones, inmuebles sin techo y con distintos grados de destrucción.
Hasta los momentos, no hay víctimas y al menos tres mil ciudadanos están en refugios, sin embargo, Mitchell anticipó mayores afectaciones, ya que las dos islas seguirán durante toda la tarde bajo el asedio de fuertes marejadas combinadas con vendavales y aguaceros que dejarán extensas inundaciones.
Instó a la población a mantenerse en sus hogares mientras siga en vigor el toque de queda. Asimismo, su Gobierno evaluará los daños en cuanto sea posible viajar a Carriacou y Petit Martinique, y además trabajará en conjunto con los socios de la Comunidad del Caribe para acelerar las tareas de recuperación.
Beryl tocó tierra en Carriacou como un huracán de categoría cuatro y vientos máximos sostenidos de 241 kilómetros por hora, lo cual lo convirtió en el más fuerte que azota la zona por esta época. Sus aguaceros, vientos y marejadas también afectan a San Vicente y las Granadinas, Trinidad y Tobago, y Barbados.
En este último país, comenzaron a salir los reportes e imágenes de las secuelas y se registraron al menos dos incendios, devastación en algunas marinas, así como árboles y postes eléctricos caídos.
Aparte del Caribe, países de Suramérica y Centroamérica también alistan los preparativos y movilizan recursos con vistas a evitar afectaciones debido a las lluvias, inundaciones y otros posibles desastres asociados al temporal.