“El Día Mundial del Suelo nace ante la necesidad de unir esfuerzos para combatir las consecuencias del cambio climático que afectan la salud de nuestros suelos, amenazando el desarrollo de la actividad agrícola y la vida de todas las especies sobre el planeta”, manifestó el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, a través de sus redes sociales.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en los últimos 70 años, el nivel de vitaminas y nutrientes de los alimentos se ha reducido de manera drástica y se estima que más de 2.000 millones de personas en todo el mundo sufren de deficiencia de micronutrientes, también conocida como “hambre oculta” debido a que es difícil de detectar.
La degradación y falta de nutrientes en la tierra también conlleva a que esta pierda su capacidad para producir alimentos, causando hambre, pobreza y desnutrición, mientras que si existe una concentración de nutrientes muy alta, la tierra crea un ambiente tóxico para las plantas y los animales, contamina el medio ambiente y fomenta el cambio climático.
Desde el año 2014 se celebra el Día Mundial del Suelo, año en el que la ONU designó esta fecha a propuesta de la FAO un año atrás. Se decidió el 5 de diciembre porque coincidía con el cumpleaños del Rey de Tailandia, Bhumibol Adulyadej, querido monarca fallecido en 2016 y uno de los grandes promotores de esta idea.
Pero sus orígenes se remontan a 2002 gracias al impulso de la Unión Internacional de Ciencias del Suelo (IUSS), la cual propuso este evento en el marco de la Alianza Mundial por el Suelo, un foro colaborativo surgido ante la necesidad de compartir experiencias sostenibles para recuperar un suelo que pensábamos era un recurso infinito.