Hoy se cumplen 213 años del hecho histórico que dio paso a la gesta independentista que marcó el rumbo de nuestra historia, comenzó como una idea y después fue el anhelo de la población que sufría a manos del yugo del imperio español.
Este deseo de libertad fue adoptado por Bolívar, Miranda, Sucre y quienes creían en la emancipación como un derecho irrenunciable y por ello en 1811 Venezuela, es protagonista del bien más preciado heredado: la independencia.
A pesar de aquel triunfo, el imperio español no cesó en su afán perverso de saquear estas tierras, pero esta vez en alianza con aquellos a los que -años más tarde- Bolívar mostraría su desconfianza, por el mal que causaría esa nación aliada al imperio.
Hoy, Venezuela mantiene las mismas luchas contra su enemigo universal y se resiste a nuevos modelos neocolonizadores y de dominación que son adaptados a los tiempos modernos, pero que apuntan a un mismo objetivo: arrebatarnos nuestra soberanía.
Como ayer, el pensamiento emancipador de El Libertador en mayo de 1820, hace referencia a las traiciones que Estados Unidos (EE.UU) había realizado en contra de su gesta independentista.
“Jamás conducta ha sido más infame que la de los americanos con nosotros (…), ya por su antineutralidad, la América del Norte, nos ha vejado tanto, exijámosle servicios que nos compensen sus humillaciones y fratricidios”.
Tres años más tarde aparecería la frase “América para los americanos” que se convirtió en la doctrina Monroe, la cual causó mucho daño a los territorios en los tiempos siguientes a la muerte de Bolívar.
En la actualidad, de manera hostil los gobiernos de los Estados Unidos apalancados en su guión de guerra imperial con el Pentágono, desempolvan está doctrina anacrónica tratando de dominar a los pueblos progresistas de la región que apuntan a la construcción del mundo multicentrico y pluripolar.
El poder imperial afina sus garras con ilegales medidas coercitivas unilaterales y el saqueo de los recursos de Venezuela como un guión de la doctrina Monroe adaptado a la actualidad y tratando así de crear un nuevo orden mundial dominante.
En referencia a esta batalla antiimperialista, Venezuela, mostró con la llegada de la Revolución Bolivariana en 1999, que otro mundo es posible, e inspiró a otras naciones a emular esta batalla
Bajo el referente ideológico de Hugo Rafael Chávez Frías y con la fiel creencia de que las demás naciones no deben ser serviles de ningún imperio, se levantó la bandera Bolivariana en defensa de la Patria y como primera acción solicita al pueblo su aprobación para el nacimiento de la República Bolivariana de Venezuela en una nueva Carta Magna, marcando con ello la impronta de lo que sería su legado revolucionario y cumpliendo con el sueño que se pensó en la proclama de independencia 188 años antes.
A pesar de que Chávez fue víctima de innumerables intentos de golpismo del gobierno norteamericano, con acciones como la de secuestrarle el poder y con ello hacer a un lado la voluntad del Poder Popular, nuestra Nación amilanó y durante 14 años se entregó a los designios de las y los venezolanos quienes exigían su soberanía.
“La independencia nos abrirá las puertas para adquirir los demás bienes para la Patria y nuestro pueblo (…) Ante cada agresión responderemos con más profundización de la Revolución Bolivariana.”, esta sería una de las tantas frases célebres del líder revolucionario, cimentada en los ideales de El Libertador.
En 2013, después de la desaparición física del presidente Chávez, Nicolás Maduro asume las riendas de este camino revolucionario.
El imperio, que no descansó en sus ansias de convertirnos en su patio trasero, atacó con más ferocidad en un intento de opacar los logros alcanzados en diversas áreas para el fortalecimiento de la nación.
El modelo de guerra, se hizo efectivo con un decreto en el que se consideró a Venezuela como “una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de los Estados Unidos”, nada más alejado de la realidad y de la historia de la superpotencia que ha destruido naciones enteras con su modelo guerrerista.
Frente a esta mezquina acción Monroista, Venezuela no se rinde y denuncia ante el mundo estas estrategias desestabilizadoras de guerra no convencional que, además, se han expandido en la región colocando gobernantes a su antojo y socavando la voluntad del soberano para favorecer los intereses del capital.
Hoy EE.UU, al igual que hace más de dos siglos, intenta a través de métodos no convencionales intervenir en los asuntos de Venezuela en desconocimiento del pueblo que eligió a Nicolás Maduro como Presidente Constitucional para el periodo 2019-2025, y con la ejecución de “cabildos abiertos” que buscan colocar en el poder político a sirvientes del imperio norteamericano, en contraste a la Revolución de 1810, que despojó de autoridad al imperio español.
Nuestra conciencia se nutre del árbol de 4 raíces: el pensamiento de Simón Rodríguez, Simón Bolívar, Ezequiel Zamora y Hugo Rafael Chávez Frías, quienes nos enseñaron que el sendero es intrincado pero la libertad no tiene precio cuando de la emancipación de los pueblos se trata.
Hoy se cumplen 213 años de la gesta emancipadora del 19 de abril de 1.810 y con la misma fiereza, el pueblo de Venezuela le dice al mundo que la batalla continua y que nunca más la bota imperial pisará la nación de Bolívar y Chávez.