Las hormigas tienen la capacidad de detectar las células del cáncer a través de su olfato, describe un estudio hecho por científicos franceses y divulgado en enero pasado por la Royal Society Publishing.
De acuerdo con el reportaje, los científicos entrenaron hormigas de clase sedosa Formica fusca para un experimento con ratones a los que injertaron las células tumorales de cáncer de mama humano.
De esta manera, comprobaron, mediante la orina de los ratones, que los insectos aprendieron a discriminar el olor de los roedores sanos y los que eran portadores de las células con tumores.
“Demostramos que las hormigas pueden detectar la presencia de cáncer en la orina de ratones después de un breve entrenamiento”, destacó Baptiste Piqueret de la Université Sorbonne Paris Nord, refieren medios internacionales.
El experimento consistió en entrenar a las hormigas en tres sesiones de pocos minutos y en las que les daban azúcar como recompensa, y pudieron notar que los insectos pasaban un 20% más tiempo junto al olor de la orina con tumores.
Además, hicieron un análisis químico de la orina y confirmaron que las células tumorales son capaces de modificar el olor de la orina. El mismo Piqueret señaló que aunque esta es una investigación básica, los resultados obtenidos son prometedores, debido a que la detección temprana del cáncer es fundamental.
Biomarcadores económicos
Los autores del artículo han concluido que esta puede ser una técnica eficiente para detectar el cáncer, considerando que las células tumorales tienen compuestos orgánicos volátiles (COV) que se pueden utilizar como biomarcadores del cáncer. Sin embargo, afirmaron que harán falta más estudios.
Los COV son sustancias químicas que se encuentran, no solo en la orina, sino también en el aliento, la sangre y el sudor. En ellos, las patologías producen cambios y es por eso que, al evaporarse a temperatura ambiente, se perciben olores diferentes en una persona enferma.
Estudios previos determinan que las alteraciones en los compuestos se asocian a enfermedades como el cáncer y la tuberculosis, entre otras. En ese sentido, haciendo que los animales, como las hormigas, aprendan a asociar los olores, se les puede entrenar para detectarlos.
“Nuestro estudio demuestra que las hormigas detectan de manera confiable señales de tumores en la orina de ratones y tienen el potencial de actuar como biodetectores de cáncer, eficientes y económicos”, cita el estudio, que está disponible en la página web de la revista, Royalsocietypublishing.org.
En el caso de las hormigas, su olfato es bastante eficiente y refinado, por eso son una buena opción para entrenarse con mayor facilidad y más rápido. Piqueret afirma, además, que las hormigas Formica fusca son una especie que no pica y se pueden mantener solo con miel, así como con otros insectos muertos.
De acuerdo con la investigación, se necesitan 24 hormigas para saber la diferencia entre las muestras de la orina con tumor y la orina sana o común. Cada individuo podría dar resultados un poco más de 30 minutos después.
Formica fusca
Las hormigas Formica fusca se pueden hallar principalmente en zonas de Europa, aunque también es visible en partes de Asia y en América en Estados Unidos. Suelen encontrarse debajo de rocas y troncos en campos abiertos.
Esta especie se agrupa en colonia de hasta 5.000 individuos y destaca porque el olor es su principal forma de comunicarse, tanto que pueden reconocer a los miembros de su grupo con su olor corporal, y utilizan las feromonas para comunicar señales complejas, precisó Patrizia d’Ettorre, etóloga de la Universidad Sorbona Paris Nord.
Olores característicos
El tema de la percepción de ciertas enfermedades a través del olfato en la actualidad está siendo muy estudiado por los científicos, incluso, no solo con los animales como recurso que pueda servir a los humanos, sino que algunos especialistas afirman al dar un tratamiento funcional al olfato, el humano es capaz de detectar patologías en otros humanos, que son difíciles de detectar en fases tempranas.
Por ejemplo, los científicos descubrieron que hay enfermedades con olores muy característicos como diabetes, que a través de la orina emite un olor parecido a manzana podrida.
Otro caso es el de la fiebre amarilla, que produce un olor como a carnicería, o el tifus, que hacen que el enfermo tenga un olor corporal como el del pan horneado.
Por otra parte, la enfermedad de Parkinson, que es muy compleja, porque cuando suele diagnosticarse el paciente ya ha perdido la mitad de las neuronas dopaminérgicas. En el año 2022 se conoció el caso de una mujer de Escocia que detectó un olor particular en su marido, antes de tener el diagnóstico. El olor era parecido al almizclado o madera, el cual asoció en pacientes con párkinson durante un estudio de su caso.
Experiencias
Anteriormente, ya se han dado otros casos sobre animales que pueden detectar enfermedades.
Los casos más relevantes son los perros, pero trascienden el cáncer, ya que investigaciones arrojan que también pueden servir para detectar el covid-19. Puntualmente, según estudios, se les puede adiestrar para que detecten melanomas, cáncer de mama, gastrointestinal e infecciosas, así como el Parkinson, indica National Geographic.
Igualmente, especialistas holandeses demostraron que las abejas también pueden ser una opción para detectar el coronavirus. Otra especie que ingresa en este renglón es el llamado nematodo Caenorhabditis elegans, un gusano diminuto transparente que es capaz de detectar el cáncer, de acuerdo con un estudio japonés.
Actualmente también se desarrollan inteligencias artificiales que imitan el olfato.