Entre hilos, agujas, canutillo, tejidos, cintas y gran cantidad de retazos de tela de variados colores el Movimiento de Muñequeras del municipio Trujillo elaboró un nacimiento campesino de trapo, en el cual muestran con creatividad el sencillo pero sublime acto de nacer, así como las tradiciones y personajes de los campos trujillanos.
Luisana Delgado, integrante de este movimiento, explicó que el pesebre está compuesto por más de 30 estampas e incluye a animales y personajes propios de la cotidianidad de esta tierra andina.
“Desde el Movimiento de Muñequeras quisimos construir un nacimiento campesino de trapo que ilustra la vida del campo trujillano. La madre, el padre, los padrinos, las madrinas, ovejas, las lavanderas, las hallaqueras, los leñadores, las parteras, todos son estampas de la vida cotidiana trujillana y están presentes en esta construcción colectiva”, indicó.
Agregó que el nacimiento es exhibido en la Casa de los Tratados Bolívar y Sucre, donde las estampas están inspiradas en la vida sencilla y cotidiana de los campesinos trujillanos. “Con mucho cariño y amor honramos a nuestros ancestros con este nacimiento”, afirmó.
Delgado manifestó que el pesebre fue elaborado por más de 10 personas y en un tiempo aproximado de 45 días.
“Representamos aquí el nacimiento de nuestro pueblo, un nacimiento campesino, aquí se podrá ver bajo nuestra propia cosmogonía andina y campesina, cómo ve luz la vida en medio del calor del pueblo; en lugar de Reyes Magos con mirra y estoraque reluce la fraternidad de los campesinos y campesinas que como padrinos y madrinas traen a la niña y al niño caraotas, maíz y cantos”, destacó.
Explicó que alrededor del río Castán están presentes las populares lavanderas de las comunidades aledañas. “En este pesebre se acobija el niño y la niña junto a su madre y su padre campesinos, sin más riqueza que el paisaje que se hace fraterno aún con el aroma de las hallaqueras que a leña comparten su sazón”, expresó.
La señora María Torres, quien reside en el sector Las Araujas, relató que por primera vez participa en la elaboración de un pesebre con muñecos de trapo.
Agregó que las figuras de tela siempre han acompañado a los trujillanos, es una tradición que va de generación en generación.
“Los muñecos de trapo son inspiración de la infancia pasada, de lo que fuimos, son figuras hechas a mano, con mucho amor y cariño. Utilizamos retazos de tela, tejidos, usamos todo tipo de material de reciclaje”, señaló.
Experiencia en tela
Por su parte, Yenny Durán, integrante del Movimiento de Muñequeras, mencionó los materiales utilizados para la elaboración del nacimiento campesino, entre ellos retazos de tela, hilo de tejer, hilo de coser, agujas, tijeras y material de reciclaje.
Añadió que cada muñequita tiene sus accesorios como carteras, zarcillos, collares, entre otros y en el pesebre también está presente una estampa del beato José Gregorio Hernández, ratoncitos y caballos de trapo.
“El sentimiento de las muñecas de trapo es la ternura, el amor a la infancia, a lo que somos, el amor a la familia. Las muñecas de trapo sirven para exposiciones, para el juego de los niños, sobre todo sirven para recrear la infancia. Los rostros de los niños y niñas reflejan una sonrisa cada vez que toman en sus manos una muñeca de trapo”, enfatizó.
Durán se refirió a su emprendimiento junto a su esposo y su hija de cinco años denominado “Retazos”, el cual nació hace más de dos años, específicamente a inicios del aislamiento producto de la pandemia por covid-19.
“Iniciamos un emprendimiento denominado “Retazos”, con el cual creamos muñecos de trapo con diferentes miradas de la mujer, diferentes miradas hacia la infancia, más que un comercio es una obra de arte donde vemos los rostros de los trujillanos, de lo que somos”, manifestó.
Detalló que su hija Victoria Simoné elabora muñecas de deditos y está muy integrada al emprendimiento familiar.
“Desde que nací mi mamá y mi papá me han regalado muñecas de trapo; ahora tenemos un proyecto con muñecas, caballos, pesebres y tenemos una cuenta en Instagram que se llama @retazostru”, apuntó la niña.
Manos creadoras de muñecas de trapo de tela
Diversas manos femeninas se unieron para crear las más de 30 estampas del nacimiento, entre ellas la señora María Esperanza Sarmiento, quien se inspiró en el trabajo de las campesinas trujillanas, su vestimenta y quehacer diario, así como también dedicó una estampa a su señora madre y a una partera reconocida del sector Río Arriba de nombre Trina.
“Mi inspiración para trabajar en las muñecas de trapo es dedicada a esa mujer campesina que ha dado mucho, resaltar el trabajo que ellas hacen y que no es reconocido. Es una hermosa labor. Me inspira el sentimiento de amor; hice una estampa dedicada a mi mamá, otra es una partera del Río Arriba que se llama Trina y las tengo en el pesebre”, dijo.
Entretanto, Maritza Cegarra, habitante del sector Puente Machado, recibió desde temprana edad la formación para crear muñecas de trapo por parte de su mamá.
“No dejemos morir esta tradición de hacer muñecas de trapo. Las que hago las coloco en la sala como si me estuvieran acompañando. A mis hijas desde pequeñas también les hice sus muñecas de trapo, así como me las hacía mi mama”, recordó.
Un movimiento en crecimiento
Hace un año la señora Giordana Cotua se unió al Movimiento de Muñequeras del municipio Trujillo, a través de su participación en un taller; la primera estampa que fabricó fue a la niña que está criando de nombre Paola.
“La utilidad de las muñecas es para compartir, para que otros aprendan este hermoso oficio. Desde hace un año me uní al Movimiento de Muñequeras y desde entonces realizo a personas que estimo mucho como mi mamá, que ya no la tengo conmigo, a mi niña Paola, familiares y amigos”, manifestó.
Igualmente, la señora Alejandra Morón, quien reside en el sector Amparo Briceño Perozo, se mostró complacida de ingresar al movimiento gracias a su participación en el taller de muñecas de trapo y tejido.
“El taller de muñecas de trapo me permitió ingresar a este mundo mágico de crear estampas con diversas personalidades, mujeres, niños, animales. Para el pesebre elaboré los zarcillos, los collares y las pulseras que le dan vistosidad a las muñecas. Mis primeras muñecas de trapo fueron para mi hija Milagros, de cinco años de edad. Es un trabajo artesanal combinado con colores, formas y toques mágicos de diseños y el tejido de los accesorios”, añadió.
Cabe destacar que el Movimiento de Muñequeras existe desde hace ocho años y se mantiene en los municipios Valera, Escuque, Pampanito, Trujillo, entre otros; aunque la experiencia más sólida y consecuente está en Valera y Trujillo.
“Somos entre 10 a 15 muñequeras y muñequeros, nos dedicamos a difundir la vida de estos seres de tela; vamos a las escuelas, instituciones públicas y también enseñamos a crearlos”, puntualizó Yenny Durán.
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