Trujillanos conmemoraron 155 años de la confirmación del beato José Gregorio Hernández

Por segundo año consecutivo se celebró el aniversario del día en que el beato José Gregorio Hernández Cisneros recibió el sacramento de la confirmación. El pasado martes fue la Misa solemne en el templo San Juan Bautista de Betijoque, parroquia donde el pequeño José Gregorio, con apenas tres años de edad, fue llevado por sus padres en diciembre de 1867; en esta ocasión hubo la solemne ceremonia presidida por Monseñor José Trinidad Fernández.

La fecha fue propicia para que el obispo de Trujillo hiciera su primera visita a la parroquia de Betijoque y se celebraran las confirmaciones. Más de 110 niños, adolescentes y jóvenes procedentes de los diversos sectores de la populosa comunidad parroquial recibieron el sacramento. Desde el año pasado los sacerdotes de la zona pastoral, integrada por seis parroquias eclesiásticas de los municipios Escuque y Rafael Rangel, han establecido celebrar la efeméride de la confirmación del beato; un acto similar se organiza cada 30 de enero para recordar el bautismo del Dr. Hernández en la vecina población de Escuque.

Hubo una persistente lluvia durante la noche y la mañana, pero la feligresía se congregó desde tempranas horas y los siete presbíteros de la zona pastoral se hicieron presentes para esperar al Obispo y concelebrar la solemne eucaristía. Con la reliquia del beato llevada por los feligreses delante, se hizo la procesión de entrada para la Misa a las 10 y 30 de la mañana.

Después de la lectura del Evangelio el párroco hizo la presentación de los candidatos a ser confirmados. Una vez aceptados para recibir el sacramento, Monseñor José Trinidad dirigió su reflexión basándose en los textos bíblicos de la liturgia y refiriéndolos a la vida del beato José Gregorio Hernández.

El obispo señaló que los padres del beato fueron católicos convencidos quienes procuraron que sus hijos recibieran bien los sacramentos de iniciación cristiana, y constituyen un testimonio para las familias de ayer y de hoy. “Recodar la figura del beato Jose Gregorio Hernández nos inspira a ser capaces de dar razón de nuestra fe y nuestra esperanza cristiana como él lo hizo” afirmó el prelado exhortando a las familias y padrinos allí presentes.

“La vida en gracia, que se recibe de modo particular en los sacramentos, es el camino a la santidad; ustedes van a recibir un sello espiritual para ser testigos de Jesucristo en medio de la familia y la sociedad”, dijo el obispo. El pastor diocesano explicó que “la santidad no consiste en tener cara de tontos sino en hacer con excelencia el bien que nos corresponde hacer, descubriendo que estamos llamados a la contemplación y la acción, imitando a Jesucristo al cual durante estos días vamos a mirar cOmo el Niño de Belén; Él se hizo uno más entre nosotros, pero constituye para cada uno de nosotros el centro de la vida de fe, así como lo fue para el beato”.

Monseñor Trinidad indicó que, así como pedimos al beato la salud corporal también hemos de orar para que nos cure de tantas enfermedades morales que están haciendo daño a la gente y al pueblo venezolano, “las cuales no son solo males físicos sino el odio, la división, el pecado y tantas otras dolencias que nos aquejan… A ustedes, niños y jóvenes, les corresponde ser el presente y el futuro de la Venezuela que deseamos; para ello debemos ser capaces de vivir en serio el evangelio de la lógica de Nuestro Señor Jesucristo. Cada confirmado hoy recuerde que recibir la confirmación, sacramento del Espíritu Santo, en los 155 años de que el beato lo recibió, es un reto para cultivar en cada uno el amor hacia Dios y el compromiso de amar a los hermanos”.

Después de la homilía y los ritos previos a la unción con el aceite sagrado llamado Santo Crisma, los niños y jóvenes se acercaron frente al altar para que el Obispo diocesano les ungiera en la frente. Un ambiente de oración y recogimiento reinó durante la asamblea litúrgica que se extendió hasta las doce y media de la tarde.

Antes de finalizar la Santa Misa el padre Miguel Monsalve, arcipreste de la zona pastoral, expresó el júbilo del arciprestazgo por la grata visita del pastor diocesano y por el significado que tiene para estas parroquias celebrar los sacramentos de iniciación del beato José Gregorio Hernández, nativo de la vecina Isnotú. También el párroco Rafael Torres intervino para agradecer la presencia del obispo, los sacerdotes y la cantidad de niños y jóvenes confirmados. Después de la bendición los confirmados aprovecharon para tomarse la respectiva fotografía de recuerdo con Monseñor José Trinidad.

 

 

Prensa Diócesis de Trujillo/Gráfica: cortesía