Como resultado de la crisis energética, Alemania perderá casi 110 000 millones de ingresos reales de 2021 a 2023, que supone la pérdida más fuerte dese década 70.
“La pérdida de ingresos reales es de unos 110 000 millones de euros, o el 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Solo durante la segunda crisis petrolera de 1979 a 1981 las pérdidas fueron mayores, del 4 por ciento del PIB”, ha informado este martes el director del departamento de estimaciones económicas de IFO, Timo Wolmershäuser.
El experto ha estimado que el nivel de los ingresos reales seguirá bajando en los próximos años.
En este sentido, ha explicado que los precios de los agentes energéticos seguirán invariablemente altos con la pérdida de Rusia en calidad de su suministrador, y por la otra, la dependencia de Alemania de la importación de energía no cambiará rápido.
Una de las razones detrás de esta recesión económica en Alemania radica en su actual crisis energética, la cual se puede agudizar aún más. Este país tiene una excesiva dependencia del suministro de gas ruso, que el gigante euroasiático está restringiendo debido a las sanciones que le viene imponiendo Occidente.
El Gobierno alemán, desde ya, advierte que habrá un duro invierno, y habrá severos racionamientos de energía y de gasolina.