Fue reinaugurado el Museo doctor José Gregorio Hernández en el Santuario Niño Jesús de Isnotú, municipio Rafael Rangel del estado Trujillo, por parte de monseñor José Trinidad Fernández Angulo, obispo de la Diócesis de Trujillo.
El rector del Santuario, presbítero José Magdaleno Álvarez, señaló que la reinauguración se da luego de tres meses de trabajos de reparación a la infraestructura y acondicionamiento de las reliquias y objetos pertenecientes al beato trujillano, en el marco de las fiestas en honor a la Virgen del Rosario, patrona de Isnotú.
Señaló que junto a monseñor José Trinidad participó un nutrido grupo de clérigos, invitados especiales y devotos, quienes disfrutaron de la nueva exposición y la reapertura del particular museo religioso.
A través de un boletín de prensa, se conoció que el acto inició a las 12 del mediodía del viernes 7 de octubre, luego de la misa solemne en honor a Nuestra Señora del Rosario, donde monseñor Fernández acotó que el museo debe servir para profundizar en los valores espirituales y a su vez promover a Isnotú como centro espiritual del país.
“Este museo no debe ser simplemente un lugar para ver cosas sino para que mirando, observando, profundizando en el valor espiritual de esta institución, también Isnotú sea centro espiritual de este país; eso debemos promover. Que la Iglesia diocesana se sienta orgullosa de ese museo de donde irradia la espiritualidad que condujo a José Gregorio Hernández a llegar a los altares. Y es una invitación a todos nosotros como bautizados, a continuar haciendo el bien al estilo de José Gregorio”, manifestó el prelado.
Después de la oración de bendición, monseñor Fernández asperjó con agua bendita las instalaciones del museo, los objetos y a las personas que junto a él recorrieron el espacio rehabilitado.
Trabajos ejecutados
El padre José Magdaleno Álvarez explicó que ante la urgente necesidad de salvaguardar y exponer la riqueza espiritual y artística del “Médico de los pobres”, se preparó un plan macro de reestructuración y adecuaciones del museo.
Para ello, el obispo diocesano José Trinidad Fernández designó a la profesora Carmen Araujo, especialista en el área, como directora del museo, institución que está a cargo del rector y párroco José Magdaleno Álvarez, y con la valiosa ayuda de un grupo de devotos, a mediados de julio se comenzaron los trabajos.
El reacondicionamiento del museo consistió en cavar alrededor del mismo, levantar las aceras adyacentes colocando tuberías de drenaje para resolver los problemas de filtración; acondicionamiento de las paredes internas para impermeabilizarlas, colocación de nueva iluminación y toda la red de electricidad interna, instalación del aire acondicionado central y otros cometidos de menor envergadura”, explicó.
Igualmente, detalló en el boletín, que el santuario y la directiva del museo se avocaron con recursos propios a dar mantenimiento a los cuadros y restaurar algunos, redistribuir todo el patrimonio de conformidad con los criterios técnicos, colocar la “cédula” de cada cuadro u obra, dar ambientación, así como también formar al personal guía y otros detalles.
Conociendo el museo José Gregorio Hernández
Cabe resaltar que el museo fue inaugurado formalmente en 1966 por el cardenal José Humberto Quintero, con el objetivo de resguardar los valiosos objetos que, por iniciativa del entonces obispo de Trujillo, José León Rojas y trabajos del padre Prudencio Baños, se construyó y equipó como parte del santuario diocesano, edificado en el mismo sitio donde nació el beato José Gregorio Hernández Cisneros en Isnotú.
“Con el paso del tiempo el recinto ha ido enriqueciéndose con otros objetos que pertenecieron o estuvieron relacionados con el beato. Pero con el devenir de los años las condiciones no aptas afectaron los materiales de papel, pintura y telas. Asimismo, la estructura del gran salón del museo fue cediendo ante las diversas filtraciones, también la incidencia directa de los rayos solares y el húmedo clima del lugar ha deteriorado algunos de los valiosos objetos”, comentó el sacerdote.
Tanto el padre Magdaleno Álvarez como la directora del museo, profesora Carmen Araujo, destacaron la urgencia e importancia del trabajo que se hizo en equipo. Ambos manifestaron su gratitud a los devotos que están pendientes del santuario y del museo, así como a la comunidad católica de Isnotú que apoya con entusiasmo la obra eclesiástica que allí se hace.
“Hay que destacar el trabajo en equipo para hacer posible esta obra y la necesidad de continuar ejecutando el proyecto macro que implica una mayor y mejor proyección del santuario y su museo, quedando pendientes tareas como la construcción de sitios de adoración permanente, salas, cafetín externo, reproducción de las obras más emblemáticas, folletos informativos, avanzar en el museo abierto a toda la comunidad, la proyección en el mundo digital y las redes sociales, entre otras”, puntualizó.