La 18a edición del Festival de Cine Venezolano en Mérida 2022 demostró una vez más la calidad del séptimo arte nacional. Grandes películas, como la comedia romántica: Un Cupido sin Puntería brilló, destacó y protagonizó el repertorio de más de 20 largometrajes de ficción participantes.
José Antonio Varela, su director, cuenta con casi 30 años de trayectoria cinematográfica, llegó a ser presidente de la Fundación Villa del Cine y ha participado como productor y productor ejecutivo en más de 50 obras, tales como Brecha en el silencio (Luis y Andrés Rodríguez, 2012), ganadora del Premio Fipresci en el Festival Internacional de Cine de El Cairo; Azul y no tan rosa (Miguel Ferrari, 2012), ganadora a mejor película iberoamericana en los Premios Goya; Boleto al paraíso (Gerardo Chijona, 2010), nominada en Sundance, los Goya y ganadora de mejor película latina en el Festival de Málaga; La casa del fin de los tiempos (Alejandro Hidalgo 2013), nominada en Fantasporto y Fangoria; Tierra Sublevada (Pino Solanas, 2012), merecedora del Cóndor de plata al mejor documental; Liz en Septiembre (Fina Torres, 2014), premio de público en Miami Gay and Lesbian Film Festival.
Varela visitó nuestra redacción para presentarnos, contarnos e invitarnos a disfrutar de Un Cupido sin Puntería, su cuarto largometraje como director.
“Es mi cuarto largometraje como director. Es una comedia romántica y surge de una obra de teatro que se llama Mi amor te devuelvo a tu esposo, de mi autoría junto a mi hermano José Luis Varela, tenemos toda la vida escribiendo juntos. Recuerdo que antes de la pandemia un productor de teatro nos pide que hagamos una obra de sofá que se iba a montar en Caracas, Bogotá, Miami y Madrid, un esquema que se está usando mucho. Entonces escribimos esa obra y faltando cinco días para su estreno llegó la pandemia. Seis meses después, el mismo productor me propuso hacer una adaptación de cine, lo hicimos y nos gustó. Allí comenzamos a buscar alianzas y recursos, al final yo me separé de esa primera propuesta de producción, monté otra e hice la película en febrero del año pasado en plena pandemia. Aproveché que recién habían comenzado a salir los protocolos para filmar en pandemia, con la ayuda del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), la Asociación Nacional Autores Cinematográficos (ANAC) y la Asociación de Productores y se hizo este protocolo de trabajo y fuimos una de las primeras películas que empezó a trabajar en pandemia, así nació Un Cupido sin puntería”.