A pesar de la compleja situación vivida en Colombia, los resultados de la primera vuelta electoral realizada el domingo 29 de mayo, para elegir al nuevo presidente de la República, evidencian que el país está atravesando un nuevo momento político-cultural.
Para el analista político Jairo Estrada, en este momento político se da la posibilidad de romper con lo establecido y darle paso a fuerzas que no son del statu quo.
El politólogo, en declaraciones a Prensa Latina, dijo este lunes que considera que el conteo previo de los votos en esta primera vuelta electoral muestra un «nuevo momento político-cultural por el que está atravesando Colombia».
Explicó que está claro que los actuales comicios presidenciales poseen un significado sin precedentes, debido a que “por primera vez en la historia republicana, después del magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948, se encuentra abierta la posibilidad de que un candidato ajeno a las clases dominantes y contrario al statu quo llegue a la presidencia”.
Indicó que en el pasado, toda expresión de alternativa política progresista o de izquierda se encontró con una férrea resistencia sistémica, sustentada en el consenso de los partidos políticos del establishment y de quienes usufructuaron el poder para su propio beneficio.
“Tal disposición de las clases dominantes, expresiva del miedo al pueblo y a la reforma, como lo definieron los historiadores, no escatimó el uso de la violencia estructural, incluido el recurso de la activación de dispositivos del paramilitarismo contrainsurgente, a fin de preservar y reproducir su régimen de privilegios”, refiere el analista.
Estos resultados donde Gustavo Petro se alza como la primera opción, es consecuencia de una serie de factores, entre ellos, «los acumulados históricos de resistencia y movilización social y popular continuas y persistentes pese a la violenta represión estatal».
Asimismo, se suman los efectos del Acuerdo de Paz suscrito con las FARC-EP en 2016, que además de contribuir a la mayor politización de amplios sectores de la sociedad colombiana, habilitaron nuevas condiciones para las luchas, dijo Estrada.
También se suma el Paro Nacional del 28 de abril de 2021 y la rebelión social de los meses subsiguientes, con alcances antisistémicos y de interpelación profunda del orden social vigente, así como expresivos de un nuevo “estado de ánimo”, de hartazgo social frente a la indolencia y la ignominia de quienes gobernaron a sus anchas con la lógica de un régimen hacendatario.
Aunado a ello, prosiguió el analista, se suma la coyuntura de la macroeconomía, con presiones inflacionarias en ascenso, un déficit fiscal de 7,1 % del Producto Interno Bruto (PIB), un déficit en la balanza comercial del cinco por ciento y un nivel de deuda pública equivalente al 69 % del PIB.
Reacciones
El resultado de la primera vuelta en Colombia ya comenzó a despertar reacciones de diferentes sectores.
Entre las primeras en manifestarse, aún cuando el porcentaje de mesas informadas era menor al 40 %, fue la alcaldesa Claudia López, quien felicitó a los candidatos.
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