Venezuela se cataloga por tener gente talentosa, animadores, actores, compositores, bailarines, cantantes y músicos, que han dejado el nombre del país en alto.
En esta oportunidad, el talentoso músico aragüeño, Ángel Molina, fue seleccionado como único representante de Venezuela en la competición Próxima Generación en Hiroshima -Japón, en el área de dirección orquestal.
El joven director deberá presentarse el venidero 5 de agosto, lo que significa para él un gran impulso y un reto gracias a sus destrezas, disciplina y amor por lo que hace.
Parte de sus inicios dirigiendo orquestas
En entrevista exclusiva para un medio impreso, el artista contó los detalles de cómo fue seleccionado en este evento, además de compartir sus inicios en la música.
Molina detalló que una vez se enteró de esta presentación, se postuló, ya que sabía que contaba con todas las cualidades y lo logró. “Lo vi por una página, cumplí con los requisitos y envié un video que me solicitaron, gracias a Dios fui seleccionado para representar a mi país y como único latinoamericano, por lo que dejaré el nombre de Venezuela en alto”.
Siempre fue un sueño
Molina destacó que siempre fue un sueño representar a Venezuela y llegó la hora, lo que agradece y valora mucho.
“Desde que estoy en la música, mi mamá es y será mi pilar, siempre le decía mamá, quiero representar a mi país, a mi estado Aragua, a mis núcleos y me he formado, quiero hacerlo, llegó la hora de demostrar de qué estamos hechos los venezolanos. Allá no seré Ángel, seré Venezuela”.
Aseguró que para estos logros se debe tener amor y fe por lo que se hace.
Nacido en Cagua, estado Aragua, cuando era niño soñaba con ser veterinario, pero un día comenzaron a construir cerca de su hogar un núcleo del Sistema de Orquestas y se acercó con su mamá para saber bien qué harían allí.
Más tarde, el núcleo abrió y la música lo atrapó. Con 13 años inició su admirable repertorio y tiempo después el violín se convirtió en el hilo conductor de su aprendizaje constante.
A los 15 años le comentó a su entonces maestro, Miguel Sánchez, que quería dirigir y no dudó en darle la oportunidad.