La Misión de Verificación de la ONU en Colombia valoró este jueves la valentía de las víctimas que escucharon a 10 militares y un civil reconocer ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) su implicación en el asesinato de jóvenes inocentes presentados como guerrilleros muertos en combate, los llamados «falsos positivos», reseñaron medios internacionales.
«La Misión valora profundamente la valentía de las víctimas, sus testimonios y su persistencia en la búsqueda de la verdad, así como la comparecencia de los 10 militares y el tercero civil imputados por crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos en la región del Catatumbo«, expresó el organismo en un comunicado.
La primera audiencia de reconocimiento de cargos de este tribunal especial creado para juzgar crímenes de guerra durante el conflicto armado se realizó este martes y miércoles en Ocaña, municipio ubicado en el departamento de Norte de Santander, donde queda la región del Catatumbo, una de las zonas más convulsas de Colombia.
En ese sentido, la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia saludó la realización de la primera audiencia pública de reconocimiento de responsabilidad de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en el marco del caso 03 sobre asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes del Estado, ocurrida en Ocaña.
Durante la diligencia el general retirado del Ejército colombiano Paulino Coronado, el cargo militar más alto de los 11 efectivos del Ejército y un civil imputados por la JEP que les responsabiliza de al menos 120 «falsos positivos», reconoció por primera vez su implicación en estos crímenes en una declaración.
Cabe destacar que las víctimas eran jóvenes de bajos recursos de la zona o traídos desde Soacha, ciudad aledaña a Bogotá, hasta Ocaña, donde entre 2007 y 2008 militares de tres unidades que operan en la región del Catatumbo los asesinaron y los presentaron como bajas guerrilleras.