Revolcatorio mexicano

Por: Roy Daza

La derecha conservadora y reaccionaria de México está enardecida, la opinión de los ciudadanos, la voz del pueblo, se expresó en la consulta del 10 de abril, en la que se establece un dictamen político: el revocatorio del mandato del Presidente a mitad del período.

A la pregunta si los mexicanos y las mexicanas quieren que continúe en la Presidencia Andrés Manuel López Obrador, el 91 por ciento de los consultados respondió que sí, otorgándole un contundente respaldo a quien conduce la Cuarta Transformación, el particular proceso de cambios que se registra en la nación de Pancho Villa.

Los partidos de la derecha neoliberal, el PRI, el PAN y el PRD, argumentan que no se dio el revocatorio sino un reafirmatorio, y es esa una verdad clara como la luna llena, porque la derecha llamó a no votar, porque sabe que son una minoría.

La consulta no fue vinculante, no era posible que lo fuera, toda vez que el cuerpo electoral sólo habilitó una parte de las mesas electorales, e intentó entorpecer el desarrollo de la campaña, no obstante, la decisión política está dada, una amplia mayoría que pugna por el establecimiento de una democracia participativa se abre paso en la nación de Benito Juárez, Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas.

No hay que olvidar que José María Morelos, prócer de la independencia mexicana y capitán de la libertad, en su memorable discurso en Chilpancingo, expone el revolucionario concepto de soberanía popular, principio que afirma y desencadena las luchas que hoy se libran en todo el continente latinoamericano y caribeño.

A manera de síntesis, es posible afirmar que la derecha conservadora y reaccionaria, sufrió una aplastante derrota política, un revolcatorio, la misma que le espera a quienes no pueden ver que estos son los tiempos de la democracia directa, participativa, que en estas tierras, no es solo un método, es un principio revolucionario.

Un 10 de abril de 1919 mataron a Emiliano Zapata. Un 10 de abril de 2022, el pueblo mexicano levanta la consigna de la democracia participativa y protagónica. Latinoamérica está cambiando.