Una residente griega que reside en el pueblo de Sartana, en la República de Donetsk, ha desmentido los informes propagados por medios extranjeros sobre violaciones de derechos humanos presuntamente cometidos durante la operación especial rusa en Ucrania y detalló la ayuda humanitaria que ofrecen los militares rusos a la población civil.
«Nosotros tenemos la oportunidad de saludar a nuestros familiares, nuestros amigos y conocidos. Aquí somos más o menos 200 personas. Estamos en el sótano de nuestra escuela desde hace dos semanas. Hoy los rusos nos trajeron ayuda, comida. A nosotros no nos tocan, no se preocupen», explica la ciudadana griega.
En su testimonio relata que si bien recibieron ayuda de los militares rusos, les preocupa el destino de otros familiares y miembros de la comunidad griega que fueron a la ciudad de Mariúpol, donde se oyeron explosiones, y no han vuelto a contactarse con ellos a pesar de los intentos.
«No sabemos nada en absoluto de lo que pasa allá. Tratamos de escribir a los que están aquí. Muchas gracias. Los queremos mucho y no se preocupen por nosotros», relató.