El canciller de Chile Andrés Allamand anunció su renuncia para asumir la Secretaría General Iberoamericana (Segib) en medio de críticas por la crisis migratoria en regiones del norte del país fronterizas con Bolivia y Perú.
«He presentado mi renuncia al cargo de canciller», dijo Allamand en una declaración ante la prensa en Santiago, tras regresar del viaje que realizó a España luego que en noviembre fuera electo secretario general de la Segib, institución que reúne a los 22 países de la comunidad iberoamericana.
El viaje de Allamand levantó críticas en Chile por su ausencia en medio de las protestas de pobladores de las ciudades de Iquique y Arica (norte) contra la presencia de inmigrantes indocumentados, en su mayoría venezolanos, quienes cruzan por pasos clandestinos desde Bolivia y Perú sorteando el escaso control limítrofe, refiere EFE.
Algunos manifestantes atacaron campamentos de inmigrantes a quienes acusaron por el aumento de la delincuencia en esas zonas.
La ONU calificó estas protestas de «actos de discriminación y xenofobia».
Por su parte, la presidencia de Piñera, a través de su cuenta en Twitter acusó recibo de la renuncia y anunció que asumirá en subrogancia en el cargo, la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Valdivia.
Incumplimiento de deberes
A juicio de parlamentarios opositores, como el diputado del Partido Socialista Jaime Naranjo, el hecho configura un «notable abandono de deberes» y no se descarta impulsar una acusación constitucional en contra del político, militante de Renovación Nacional (RN).
«Debió haber renunciado en cuanto asumió cargo internacional en Madrid y no ser un ministro de Relaciones Exteriores ausente», declaró entonces el diputado democristiano Gabriel Ascencio.
Por su parte, el Gobierno de Sebastián Piñera salió a paso de las críticas señalando que el ahora excanciller se encontraba haciendo uso de su feriado legal.